Las Sociedades Financieras Populares (Sofipos) atraen a instituciones de tecnología financiera (Fintech) que buscan captar recursos del público en México, sin embargo, no son las únicas entidades interesadas.

En los últimos cuatro años ha pasado de todo en el sector de las Sociedades Financieras Populares (Sofipos), pero lo más interesante es que estas licencias financieras se perfilan para ser de las más codiciadas por diferentes jugadores.

En medio de los colapsos de las financieras no bancarias Crédito Real, Unifin, Tangelo (antes Mexarrend) y AlphaCredit, las Sociedad Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes) pueden ir por la licencia para operar como Sofipos.

“Vemos a jugadores nuevos buscando una licencia de Sofipo desde cero, no necesariamente a través de una compra, y muchas de estas no son fintech, sino Sofomes que quieren tener captación tradicional y no solamente el fondeo institucional” dijo David Romero Morfín, ex presidente de la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras Populares (Amsofipo).

La incapacidad de las instituciones mencionadas de cumplir con sus compromisos en el pago de la deuda, cerró la llave de financiamiento para las Sofomes en los mercados, ante la incertidumbre de los inversionistas.

El contar con la licencia de Sofipo, les permitiría captar recursos del público, algo que no pueden hacer bajo la figura jurídica de una Sofom, de acuerdo con lo establecido en la regulación vigente.

Romero Morfín expuso que una licencia para operar como Sofipo es más accesible que una licencia bancaria y tiene la ventaja de que al obtenerla, se pueden realizar todas las actividades de intermediación. También dijo que una de las ventajas de contar con la licencia para operar como Sofipo es que estas instituciones están reguladas por la autoridad.

“El tener la licencia también implica una regulación importante que se diferencia de otros sectores. Las Sofipos tienen la responsabilidad de manejar los recursos de manera correcta” comentó.

Moody’s Local México advirtió a principios de este año que las Sofomes que operan como Entidades No Reguladas enfrentan más dificultades que las reguladas para recaudar capital, debido a que el financiamiento se ha encarecido.

Los problemas de Crédito Real y otras financieras no bancarias, plantearon dudas sobre la calidad de los activos para respaldar futuras emisiones garantizadas, lo que puede llevar a que los inversionistas pidan mayores aforos o garantías de pago.

El gremio de las Sofomes ha intentado cambiar la denominación de las sociedades que no están reguladas, con el argumento de que también son supervisadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

La Asociación de Sociedades de Objeto Múltiple en México (Asofom) ha sostenido conversaciones con la autoridad para proponer el cambio de este aspecto, que a la fecha no han llegado a buen puerto.

Las Sofipos registran un crecimiento en el número de activos y la base de clientes, en momentos en que jugadores nuevos jugadores Fintech optan por comprar financieras populares, que llegan a sectores desatendidos por la banca.

El tema del crecimiento de los activos tiene que ver precisamente con algunos jugadores que llegaron al sector. Tan solo en 2022 llegaron dos nuevas instituciones al sector y creemos que las autoridades están recibiendo nuevas solicitudes, mencionó Romero Morfín.

Entre las transacciones más relevantes están la compra de Akala por parte de Nubank y la de la financiera Ictineo, adquirida por Bradesco (BVMF:BBDC3), mientras que otros jugadores como Klar también alistan la compra de una Sofipo.

De 2019 a la fecha los activos totales de las Sofipos casi se duplicaron, al pasar de 31,625 millones de pesos al cierre de ese año, a 66,368 millones de pesos en diciembre del año pasado, según las cifras más recientes de la CNBV. En tanto, el número de clientes creció 70%, de 4.8 millones a 8.3 millones.

El ex presidente de la Amsofipo destacó que este crecimiento se aceleró en ese periodo gracias a los cambios en los hábitos de ahorro de las personas durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19.

Vicente Fenoll, que tiene una amplia experiencia en el sector popular además del tecnológico y que ha logrado dar otra cara a las Sofipos (solo hay que ver todo lo que hace Kubo Financiero) es el nuevo presidente de la Amsofipo, lo que significará que veremos más impulso para que estas figuras se digitalicen; su conocimiento es clave en estos procesos

Esto sin contar desde luego que en sus filas ya tienen a una empresa totalmente disruptora como es Nu; también está Broxel que innova con su aplicación y servicios entre México y Estados Unidos; Klar que recién concretó la compra de Sefia, donde el año pasado se fusionaron dos entidades y crearon la tercera más grande, y está el gigante brasileño Bradesco que también compró la Sofipo Ictineo para operar una cuenta digital; no debería sorprender que otros brasileños sigan ese camino ya que les ha resultado complicado ingresar al mercado mexicano con bancos o casas de bolsa. Ya veremos cómo se va transformando todo.