La Autoridad investigadora (AI) de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) concluyó, de manera preliminar que no existen condiciones de competencia en el mercado de harina de maíz nixtamalizada que se vende a las tortillerías de México.
La AI dividió al país en ocho regiones y analizó las ventas totales y la capacidad instalada de las empresas entre 2016 y 2022, identificando que Gruma tiene entre el 50% y el 90% de las ventas en cada una de las regiones. Es decir, en algunas regiones del país, casi 9 de cada 10 kilos de harina son vendidos por Gruma.
Una participación de mercado entre 2 y 9 veces mayor que su mayor competidor en cada una de las regiones.
Un precio promedio casi 10% mayor que el de sus competidores a nivel nacional.
De tal manera, la AI identificó que Gruma mantiene una ventaja significativa e irreversible frente a todos sus competidores que le permite establecer precios elevados sin que otras empresas puedan hacerle competencia suficiente. Asimismo, se identificó que Gruma tiene estrategias específicamente diseñadas para dificultar que los tortilleros puedan cambiar de proveedor.
Si bien la decisión de la comisión antimonopolios es preliminar, se prevé un impacto significativo para el Grupo Industrial Maseca (Gruma) en el mercado bursátil (la acción cayó 7.6% el día que se dio a conocer la noticia, así como en la estructura de la compañía de marcas globales como MASECA y MISSION que preside Juan Antonio González Moreno.
La conclusión de la investigación se da en una coyuntura en la que el Gobierno Federal y el legislativo alistan la desaparición de la autonomía de diversos órganos de regulación de mercados como COFECE.
De hecho, la AI inició la investigación al identificar un aumento constante en los precios de la harina de maíz a pesar de que el precio de su principal insumo, el maíz, se mantenía estable.
La tortilla de maíz es un alimento básico para los mexicanos. El 98.6% de la población consume tortilla de maíz y 68% la consume diario (según PROFECO, 2017).
La tortilla de maíz representa casi el 6% del gasto en alimento de los hogares (INEGI, 2020), y la harina de maíz nixtamalizada representa casi la mitad del costo de producción de la tortilla de maíz que no es producida directamente de masa.
El dictamen preliminar de la AI propone medidas que aumenten la competencia en el mercado de harina de maíz nixtamalizada, lo cual podría impactar en el número y tamaño de las empresas harineras en México, generando incentivos para que Gruma baje sus precios, incremente su innovación o mejore sus productos para competir, lo que beneficia a las y los consumidores de tortilla.
La AI identificó que esta situación deriva de un problema estructural del mercado. Por lo tanto, la única solución para reactivar la competencia en el mercado, de modo que se fomente la entrada y crecimiento de nuevos competidores y, finalmente, permita que las y los mexicanos disfruten de mejores precios es:
- Que Gruma venda cinco plantas de producción de harina de maíz nixtamalizado, así como toda la flota de distribución y fuerza de ventas de dichas plantas.
- Que Gruma elimine las estrategias diseñadas para evitar que las tortillerías cambien de proveedor, y que implemente mecanismos de transparencia y supervisión, con el fin de que haya mayor competencia en el mercado.
El dictamen preliminar de la AI es el primer paso del procedimiento. Los interesados podrán ahora presentar argumentos y pruebas y, finalmente el Pleno de la COFECE analizará la totalidad de la evidencia para emitir una resolución.
La resolución final del Pleno puede adoptar, modificar o rechazar las propuestas de la AI, por lo que Gruma no está obligada, hasta este momento, a implementar las medidas correctivas propuestas por la AI.
La investigación de la Comisión busca que haya mayor competencia y dinamismo en mercados tan importantes como el de la harina de maíz en beneficio del consumidor final.