La reforma a Banxico (Banco de México), en cuanto a la compra de los dólares en efectivo en circulación, fue sacada de la agenda legislativa por Morena, después de enfrentar el rechazo del Banco de México, del sector bancario y de los expertos en torno a permitir que el Banco Central recibiera dólares en efectivo, abriendo con ello, entre otras puertas, la posibilidad de que los criminales pudieran blanquear sus capitales.
La iniciativa buscaba que los dólares que no puedan ser repatriados pasen a ser reservas internacionales, entre otros puntos.
Las reformas, eran propuestas por el senador y líder de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, y buscaban establecer las bases mínimas que las entidades financieras y otros intermediaros deberián aplicar para recibir dólares en efectivo por parte del Banco de México (Banxico).
Según la exposición de motivos de la iniciativa, esta quiere apoyar a los mexicanos que han migrado a Estados Unidos y a las familias del país mediante los fondos de apoyo destinados para tal fin, así como la promoción de bienestar social con el fortalecimiento de programas sociales federales.
Esto, brindando una solución al problema del destino de los dólares en efectivo que se captan a través del sistema bancario.
También se quiere fortalecer la economía de las familias mexicanas que reciben remesas en efectivo y la de quienes dependen de la actividad turística y del comercio de bienes y servicios en la frontera.
Asimismo, la iniciativa favorecería la recepción de dólares en efectivo en comercios ubicados en zonas turísticas y la zona fronteriza, con el fin de generar empleos y ganancias para la población de dichas áreas, según la propuesta.
En este asunto, el presidente dio marcha atrás a una recomendación de su amigo el magnate Ricardo Salinas y con ello logró frenar un problema que incluso hubiera tenido repercusiones internacionales.