Poco a poco las empresas en México están reiniciando operaciones en éste mes de Julio, de acuerdo a las condiciones dadas a conocer por los semáforos Covid de cada estado o cuidad.
Se tomarán medidas estrictas para que los millones de trabajadores, no sean parte de la temida estadística de infectados o peor aún, fallecidos, ya que el retorno al trabajo se puede volver un verdadero caldo de cultivo para las infecciones de dicho mal.
Tan solo en la Ciudad de México, en los principales corredores de oficinas como Polanco, Santa Fe, Reforma e Insurgentes, transitan 1.8 millones de personas cada día, según datos de la Encuesta Origen – Destino del INEGI, y es en estos sitios donde la logística deberá cambiar para evitar convertir las zonas en focos de infección, entre muchos otros más, claro…
Es aquí en donde conceptos de trabajo como home office y freelance han encontrado una oportunidad para protagonizar el mundo laboral; pero no solo estos modelos serán las claves para el futuro del trabajo, pues recursos como los coworking también se están renovando para adaptarse a la nueva normalidad.
¿Pero qué es el Coworking?
Según Wikipedia, el coworking o cotrabajo es una forma de trabajo que permite a profesionales independientes, emprendedores y Pymes de diferentes sectores, compartir un mismo espacio de trabajo (tanto físico como virtual) con el fin de desarrollar sus proyectos profesionales, a la vez que fomentan proyectos conjuntos.
El coworking se entiende como una cesión de espacio para que el profesional trabaje en un entorno compartido. Los espacios de coworking deben regirse por una serie de normas de convivencia que permitan que el clima de trabajo sea el adecuado para toda su comunidad.
Podríamos decir que para que un espacio coworking funcione deben cumplirse los siguientes puntos:
- Convivencia y respeto.
- Zonas comunes que permitan la conexión entre coworkers.
- La figura del gestor del espacio como nexo de unión entre coworkers.
- Libertad y coordinación de acceso.
- Membresías o modalidades de precios sencillas y enfocadas al perfil elegido.
- Iniciativas y elementos que aporten dinamismo y ayuden a promover ideas.
- Continua evolución y rapidez a la hora de ejecutar mejoras.
Ventajas del coworking
- Permite salir al emprendedor de casa a un costo inferior al del alquiler de un local u oficina, así como también servicios como personal básico de atención a sus cliente, comunicaciones, mobiliario y equipos.
- Ayuda a sentirte arropado por otros profesionales y dejar de lado la soledad del autónomo.
- Mejora la disciplina y fija horarios
- En ocasiones, impulsa nuevos proyectos con otros coworkers
El coworking podría funcionar en la nueva normalidad
De acuerdo con Comunal Coworking, la pandemia provocada por el coronavirus resultó ser, más allá de una crisis, una oportunidad para repensar el trabajo y agilizar un negocio.
Los beneficios que pueden obtener las empresas al apostar por un modelo de coworking en su transformación hacia la nueva normalidad, pueden ser:
– Flexibilidad
El modelo de coworking permite a las empresas ser tan flexibles como sus circunstancias lo requieran. Esta flexibilidad se da en términos de la cantidad y el tipo de membresías a contratar, así como también el esquema contractual del servicio.
En un coworking, las empresas pueden incrementar o disminuir su espacio de forma fácil y rápida, sin tener que atravesar un proceso de mudanza o largas negociaciones. De esta manera, el modelo es flexible a empresas de distintos tamaños, en vías de crecimiento o en proceso de reducción.
Las empresas pueden modificar la cantidad de espacio que utilizan sin necesidad de cambiar de dirección.
Por otro lado, las compañías pueden elegir entre membresías rotativas o fijas para sus miembros, según la naturaleza de cada posición. Esto permite tener a aquellos roles que no necesitan un lugar fijo de trabajo en esquemas flexibles, eficientando el gasto de oficina destinado a ellos.
Finalmente, el modelo de coworking evita los contratos engorrosos y permite acuerdos personalizables y de menores plazos. Las empresas pueden contratar membresías a plazos tan cortos como un mes. Asimismo, los clientes pueden personalizar qué servicios quieren incluir o no en su mensualidad, como la cantidad de impresiones, las horas en salas de reuniones, internet, estacionamientos, etc.
– Ahorro
Al pagar por oficinas que se ajustan a las necesidades de cada empresa se eliminan gastos superfluos. Bajo este esquema, las empresas pueden pagar solo por el espacio y las horas que ocupan, mientras que acceden a otros beneficios como amenidades especiales y una red de empresas de diversos tamaños y sectores.
Asimismo, el coworking permite que los negocios administren mejor su capital, al no tener que invertir en activos fijos o garantías excesivas como fianzas o depósitos. Todo ello permite que las empresas puedan dedicarse de lleno a su actividad económica e invertir su capital en lo que realmente les importa: crecer.
– Eficiencia
Las oficinas tradicionales conllevan una carga administrativa importante desde buscar la oficina, diseñarla e implementarla, hasta administrar el día a día gestionando a decenas de proveedores (internet, limpieza, suministros, mantenimiento, telefonía, etc.).
El esquema de coworking permite que las empresas deleguen esta carga administrativa a los expertos en oficinas, de tal forma que dediquen sus esfuerzos únicamente a su operación. Esto genera eficiencias incalculables.
– Seguridad
La nueva normalidad beneficiará a los espacios que provean seguridad en todo sentido: desde los controles de acceso hasta la protección contra sismos, la ciberseguridad e incluso un protocolo de salud en el trabajo para maximizar el bienestar de los trabajadores.
Los espacios de coworking están pensando en todos estos detalles para cumplir con los estándares más altos de seguridad, los cuales se ajusten a los lineamientos técnicos de seguridad sanitaria, establecidos por las autoridades federales.