El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró a inicios de este mes que no visualiza actualmente ninguna crisis económica en el país, aunque no descartó que factores externos puedan llevar a una crisis, aunque eso sería hasta 2025.
“No descartamos que sí, pueda haber una crisis económica-financiera externa que pueda impactarnos, pero de acuerdo a nuestras proyecciones esa crisis económica-financiera podría darse a partir del 2025” dijo.
Asimismo, López Obrador aseguró que en lo que resta de su mandato no habrá crisis económica en México, como la ocurrida en 1995 tras el cambio de Gobierno en el país.
“Yo puedo decirles a los mexicanos, con absoluta seguridad que no estamos nosotros avizorando ninguna crisis económica o financiera este año ni el otro y se descarta que en el futuro se pueda presentar una crisis como las que ha habido en los cambios de Gobierno”, enfatizó.
El mandatario descartó que pudiera darse una crisis económica antes de 2025 debido a que se acercan las elecciones en Estados Unidos.
“De darse una crisis económica-financiera sería hasta el 2025, porque están de por medio las elecciones en Estados Unidos y es muy difícil de que se dé una crisis antes de las elecciones, van a aguantar todo”, explicó.
Asimismo, aseveró que trabajarán para “blindar” la economía mexicana.
“Vamos a seguir manejando las finanzas con mucha responsabilidad para blindar bien la economía, pensando hacia adelante, dejándoles (al Gobierno entrante) también márgenes, por ejemplo, no endeudando al país”, «Van a aguantar todo; pasando las elecciones ya es otro asunto, gane quien gane. Ya podrían, no lo estoy asegurando, venir ajustes», apuntó.
Sus declaraciones se dan luego de que la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló que el producto interno bruto (PIB) mexicano creció 1.1 % trimestral en el primer trimestre de 2023, con lo que alcanzó un máximo histórico.
Adicionalmente, el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio, estimó que el producto interno bruto (PIB) en México crecerá por lo menos un 2.3 % en 2023. También se ha detectado un descenso en la inflación.
Según analistas, el próximo gobierno, sin importar quien gane y de que partido sea, tendrá problemas para obtener recursos, ya que se han consumido muchos “ahorritos” que se tenían acumulados de gobiernos anteriores, dígase fideicomisos, recursos disponibles para imprevistos y fondos de apoyo para diversos sectores sociales; se logró el cobro de impuestos pendientes por pagar de grandes contribuyentes; la deuda interna, que aunque no se hable mucho de ella, representa un rubro importante; los recursos que se requerirán para terminar las obras insignia del actual gobierno, que lo más probable es que no se termine durante la presente administración, y habrá que invertirles aún más para que produzcan; las ayudas para la población, pensiones, becas, etc. y otros recursos no menos importantes.
El nuevo gobierno no la tendrá nada fácil… ¿Quién pagará por estos platos rotos?