A todos nos queda claro, que toda empresa requiere financiamiento para cualquier plan de crecimiento o inversión, compra de equipo o nuevas tecnologías, así como para hacer frente a esos momentos críticos de emergencia. En México, menos del 40% de las empresas medianas tiene acceso al financiamiento, las pequeñas menos del 30%, las micros menos del 10%, mientras tanto, las grandes empresas tienen acceso al 100% del financiamiento.
Si se analiza, todas las empresas exitosas iniciaron como pequeñas, y en algún momento crecieron y lograron su éxito gracias al acceso al financiamiento.
En México contamos con una banca muy fuerte y rentable a nivel mundial, aunque se concentra el 90% en solo 5 bancos, y su abundante capacidad de financiamiento se ofrece y otorga solo a grandes empresas y gobierno, dejando casi nada a la PYME y mucho menos al emprendedor.
Éstas PYMES como mencionamos, casi no tienen acceso al financiamiento bancario, o al menos de una manera sencilla y no costosa. Al ser pequeñas, no tienen la estructura y organización necesarias para sostener esa famosa solvencia que piden los bancos, muchas veces son empresas familiares sin políticas bien definidas, son desorganizadas, informales, y representan “un alto riesgo” para la banca.
Muchas de estas PYMES han encontrado financiamiento en Entidades Financieras no Bancarias (Sofomes, Sofipos, etc.) y en canales no formales como familiares y amigos. Por lo anterior, las Sofomes han aprendido a entender y convencer los sectores no atendidos por la banca; actualmente el 60% de las PYMES en México, obtienen su primera línea de crédito de una Sofom. Actualmente hay más de 708,000 millones de pesos otorgados en créditos por Sofomes.
Por otro lado, hay una nueva forma de financiamiento proveniente de tendencias fuera de México: las plataformas de Crowdfunding o fondeo colectivo, modelos de negocios novedosos que nacieron hace unas décadas en Inglaterra, evolucionando en Estados Unidos, que realmente están innovando las finanzas, y han venido a sustituir a los modelos tradicionales.
Estos modelos eliminan al banco y a la Entidad financiera no bancaria de en medio, y conectan el dinero con el que lo necesita de manera directa, a través de una plataforma digital. De esta forma, quitando al intermediario financiero, logran realizar productos financieros más baratos para los que buscan financiamiento y canales formales para que la gente ponga a trabajar su dinero y generar mejores rendimientos que los que los canales tradicionales ofrecen.
En México es un modelo relativamente novedoso, tan solo llevan unos años. También, estamos estrenando una ley que empieza a regularlas, lo cual hace que cada día haya nuevas plataformas que quieren resolver las necesidades de financiamiento en nuestro país. Es probable que en el futuro la evolución de los productos financieros en México vendrá de la unión de las SOFOMES y los Crowdfunding’s.
Por un lado, las SOFOMES han logrado penetrar en el mercado y han logrado demostrar que pueden atender y entender los sectores desatendidos. La gran mayoría de ellas ya tienen algoritmos y data muy rica para determinar el riesgo de manera no tradicional (al menos no con el mismo punto de vista que lo ven los bancos y otras instituciones tradicionales). Ya conocen el mercado, ya saben cómo se otorga, en el camino han sufrido pérdidas, fraudes, descalabros y también han pasado un proceso de varios años de regulación de parte de las autoridades. Tal vez muchas de ellas operan de maneras tradicionales y poco tecnológicas, lo cual siempre va a limitar el volumen y el alcance que puedan tener; aunque es una realidad que también esto está cambiando en las SOFOMES e inclusive ya están surgiendo las primeras Sofomes Fintech, es decir SOFOMES que operan con base 100% tecnológica y digitalizada.
En México, por la misma concentración de pocos jugadores bancarios altamente rentables a nivel mundial, se ve muy difícil su participación de manera institucional en estas plataformas, al menos a corto plazo. En cambio la participación de las SOFOMES como fondeadores institucionales puede ser una clave de crecimiento, porque por un lado las SOFOMES van a poder originar clientes de manera 100% digital y por otro, las plataformas de Crowdfunding van a poder crear canales institucionales de fondeo para poder atender a más y más clientes y tener mucho más músculo para crecer.
La experiencia y la tecnología, en un mundo donde tanto las SOFOMES como las plataformas de Crowdfunding las unirá en PyMEs, será muy fácil que se hablen entre ellas, que se puedan conectar, que puedan colaborar y generar cosas juntas. Inclusive ya hoy hay algunas plataformas que están trabajando de la mano con SOFOMES.
Por otro lado, muchas veces las SOFOMES, al ser PyMEs muy focalizadas y regionalizadas a ciertos productos y segmentos, no son como los bancos que tienen una gama muy amplia de productos. Cuando llegan muchos clientes que no pueden ser atendidos por una SOFOM, ya sea por la región, monto o capacidad de atención, normalmente sucede que las SOFOMES, empiezan a hablar entre ellas para intentar crear vehículos sindicados y no dejar de atender al cliente. ¿Qué quiere decir esto?: Invitar a varias instituciones financieras para participar con un solo cliente, lo cual implica procesos lentos y complicados porque hay que alinear a todas las partes y sus áreas de riesgos, legales, etc.
Las plataformas de Crowdfunding generan un vehículo 100% digital y transparente para que los intermediarios financieros no bancarios, las SOFOMES, puedan sindicar de manera fácil y rápida a sus clientes. Una SOFOM que tenga un cliente que no pueda atenderlo del todo por el volumen, o por lo que necesita su cliente, puede utilizar un canal de plataforma de Crowdfunding para participar con él, para sindicarlo.
Hay una gran variedad de sinergias donde el mundo de los Crowdfunding y las SOFOMES pueden unirse y conectarse, generando nuevos modelos, nuevos canales y mayor inclusión a un sector que tiene alta necesidad. Hoy en día ya hay SOFOMES y plataformas de Crowdfunding colaborando, pero cada día veremos más participación y mucha más fuerza de estos dos mundos que parecen contrarios para encontrar nuevas y mejores soluciones financieras.