A lo largo de nuestra vida podemos tanto recibir o hacer un préstamo, pero esto se vuelve algo tan normal de ver, aunque nosotros no formemos alguna de las dos partes (quien presta y a quien le prestan), y lo más normal es creer que no tenemos que dar parte de tal suceso al SAT.
Todos los ingresos que tengamos, toda vez que estemos registrados ante el SAT, deberán de ser informados a este órgano, a fin de esclarecer el origen de dichos ingresos y evitar sanciones por parte del SAT.
Un préstamo es un dinero “extra” al que acudimos para lograr resolver cualquier inconveniente que pudiera llegar a presentarse, y sabemos que no todos estamos exentos de solicitar uno alguna vez en lo que tendremos de vida.
Pero, tomando en cuenta lo anterior, debemos conocer cuál es la regla del SAT para los préstamos, porque sí, hay una regla, dado que un préstamo sigue siendo un ingreso y, por tanto, genera una obligación con la que debemos cumplir sí o sí ante el SAT.
El SAT anuncia que la obligación fiscal que tienes es “declarar los préstamos, aportaciones para futuros aumentos de capital o aumentos de capital que se reciban en efectivo, en moneda nacional o extranjera, siempre que sean mayores a 600,000.00 pesos”.
Por tanto, deberás declarar cualquier tipo de préstamos dentro de los 15 días posteriores al préstamo.
Si bien la cantidad que debes tomar en cuenta para que la declaración sea obligatoria es de 600,000.00 pesos, si deseas también podrás hacerlo por una cantidad menor (inferior), es decir, debajo de la cantidad establecida como límite para obligación.
Así que ahora ya conoces si debes o no declarar al SAT ante cualquier préstamo que tramites, incluso si este préstamo es entre familiares o amigos, dado que el SAT no distingue esto.
Finalmente, ten en cuenta que no puedes evadir la declaración anual si eres de las personas que están obligadas a cumplir con esta obligación fiscal. De no presentar la declaración solo estaríamos siendo blanco de las sanciones y multas que el SAT impone.
Las multas impuestas por el SAT pueden ser lo suficientemente elevadas como para lograr desestabilizar tu cartera y economía por un tiempo considerable, así que no olvides tu obligación y evita tener inconvenientes con el SAT.