Existen muchos tipos de dinero, uno de ellos se caracteriza por prescindir de la intervención de bancos y entidades financieras al momento de efectuar transacciones ¿de cuál se habla? Por supuesto, del dinero electrónico.
¿Qué es el dinero electrónico?
A modo groso, se considera dinero electrónico a cualquier valor o medio de pago almacenado en un soporte electrónico, que puede ser gestionado sin la necesidad que intervenga ninguna clase de entidad financiera o banco. En pocas palabras, todo sistema de pago en el que se involucre un medio digital.
En la actualidad, el dinero electrónico es un concepto que viene sonando con gran fuerza, al punto de convertirse en uno de los sistemas de pago más utilizados alrededor del mundo al englobar tarjeras prepago, de créditos y monederos electrónicos.
El principal atributo de este tipo de dinero es el uso de software para la ejecución de las transacciones, aunque en algunos casos, también se valen de hardware y conexión a internet. Asimismo:
- Se distingue por renunciar al uso de medios convencionales de pago, billetes o monedas.
- No dispone de unidad física, limitando las operaciones al intercambio de bits.
- Se conoce comúnmente como “digital-cash”, “E-money” o “cyber-currency”.
- Disminuye el costo ambiental que supone la producción de billetes y/o monedas, por lo que es más ecológico.
- No hay procesamiento vinculados a documentos legales, ni necesidad de ser trasportado o almacenado.
- Se elimina la burocracia y mantenimiento de cajeros automáticos.
Ventajas y desventajas del dinero electrónico:
En comparación con el dinero fiduciario, el electrónico supone una serie de ventajas sobre todo, las vinculadas al riesgo, no solo en lo respectivo al transporte y almacenamiento, sino robos, pérdidas y desvíos.
La razón de lo anterior radica en la posibilidad de programar un chip que solo podrá utilizarse para un destino en específico o en una determinada tienda; por otra parte, el dinero electrónico confiere a los agentes mayor libertad al momento de efectuar los intercambios, y en algunas ocasiones, las transacciones gozan de total anonimato y confidencialidad.
Puntos en contra del dinero electrónico
En contraparte, esta modalidad reviste importantes desventajas, comenzando por la dificultad que representa para la realización de la política monetaria, puesto que le complica a los bancos centrales, el cálculo de la masa monetaria.
Falta de control y legalidad
Desde el punto de vista del Estado, interfiere con la caída de los ingresos, ya que no existe control en las transacciones, abriendo la posibilidad de invadir impuestos abiertamente; del mismo modo, dificulta la determinación de una autoridad que pueda sancionar las actividades ilegales.
Bajo nivel de seguridad
Aunque suene contradictorio, considerando lo explicado en las ventajas del uso de dinero electrónico, la seguridad es uno de sus puntos en contra pues si bien elimina el riesgo de robo, pérdida y extravío que representa el dinero fiduciario, cada día son más los fallos o ataques informáticos, generan nuevas formas de delitos electrónicos.
Finalmente, está el peligro vinculado a financiamiento ilegal y fraude, debido a que, al igual que con el lavado de dinero, la modalidad incrementa la posibilidad de que dichas actividades pasen desapercibidas.
¿Cómo y dónde se utiliza?
En su sentido más amplio, el dinero electrónico se utiliza en un entorno digital, ya que su bien funciona como medio de pago virtual, está expresado y respaldado en unidades monetarias comunes, adicional a la posibilidad de convertirlo en dinero.
Para entenderlo mejor, se toma el ejemplo de una tarjeta prepago en la que se depositan 1.000 dólares, el usuario de dicha tarjeta sabe que a la hora de efectuar sus operaciones o compras, este será el monto límite.
Lo mismo sucede con las de crédito, asumiendo el caso que se reciba una con 2.500 dólares de cupo, se entiende que el mismo, será el monto a cancelar acompañado de los respectivos intereses que genere.
¿Quién le da valor o respalda al dinero electrónico?
Cuando el dinero electrónico proviene de un agente, su valor viene determinado por la aceptación y credibilidad que los usuarios virtuales depositen en este; sin embargo, no es difícil encontrar entes emisores que, en busca de generar más confianza, lo respaldan en oro, tal es el caso de e-gold.
Dinero en bits:
El valor del dinero electrónico estricto, es expresado y almacenado en bits, de ahí que lo que los usuarios reciben por parte del emisor, no son sino ficheros electrónicos compuestos por un conjunto de bits encriptados.
¿Qué son estos bits? Información electrónica almacenada en un microchip, generalmente incorporado a una tarjeta digital, eliminado la intervención de entidades financieras o la necesidad de disponer de cuentas bancarias; esta es la razón por la que con dinero electrónico estricto, las transacciones son confidenciales e instantáneas, sea que se utilicen dispositivos móviles, internet o televisión interactiva.
¿Qué le depara el futuro al dinero electrónico?
Particularmente hablando del dinero electrónico estricto, el uso aún continúa siendo un tanto limitado; no obstante, se augura que esto cambie a corto plazo debido a las ventajas que supone, y las medidas que vienen adoptándose para disminuir sus riesgos y perjuicios.
¿Reemplazará el uso del dinero electrónico al efectivo?
A diario, se suman avances que permiten realizar transacciones con mayor seguridad, rapidez y eficiencia, abonando el camino hacia un futuro no tan lejano, en el que se sumen al uso de tarjetas prepago o de crédito, la utilización exclusiva de desde dispositivos portátiles como medios para realizar pagos.
Muchos de los que están leyendo la nota se preguntarán ¿pero esto no es ya una realidad? en efecto, actualmente es posible encontrar un sinfín de países en los que los dispositivos móviles sirven para efectuar transacciones con dinero, pero esto se limita a aquellos dotados de tecnologías avanzadas, pues en los que presentan bajo nivel de desarrollo, el proceso sigue siendo algo tardado, e incluso, problemático.
Países en los que el dinero en efectivo es casi obsoleto
La mayor parte de Europa, y los de norteaméroca disponen en la actualidad de medios y tecnología para la ejecución de transacciones por medio de dispositivos móviles, disminuyendo a pasos agigantados, el uso del dinero físico.
Para hacerse una idea del impacto, se toma el ejemplo de Dinamarca, nación en la que desde 2013, su Banco Central suspendió la fabricación de monedas y billetes invirtiendo este capital en sistemas electrónicos. Suecia por su parte, lleva más de 5 años buscando que el uso de su moneda se limite a las pantallas de computadoras y dispositivos móviles.
En conclusión…
De lo anterior resulta sencillo asumir la posibilidad de que quede en el pasado la forma física del dinero, dándole total aceptación y uso a los medios de pago digitales; el porqué de la acotación se sustenta en que si bien en un tiempo se consideraba imposible el concepto de dinero sin el respaldo del oro, hoy tampoco lo es la eliminación de su forma más tradicional.
Evitar largas filas en las sucursales de los bancos para pagar un recibo de agua o luz, cobrar la quincena de nuestro sueldo desde un cajero automático y realizar compras o transferencias bancarias desde la computadora o el teléfono celular son nuevas modalidades financieras que llegaron para quedarse y no hay marcha atrás, consideró Monika Ribeiro de Freitas Meireles, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc).
Aunque un amplio sector de la población no tiene aún acceso a estas opciones, la tendencia en todo el mundo es hacia su uso y expansión, comentó. Explicó las principales características de estos servicios financieros que se han incrementado con la pandemia, pues promueven el aislamiento físico y la distancia social.
El dinero electrónico se refiere a tres grandes temas o categorías que incluyen la innovación tecnológica, los sistemas de pagos y las finanzas: el dinero electrónico, la moneda digital y la criptomoneda. Es un entrecruce entre finanzas, computadoras, Internet y minería de datos. Esa revolución tecnológica está aplicada al sistema de pagos, los medios de pagos y la circulación del dinero, dijo la especialista.
“El dinero electrónico puede ser entendido como el movimiento con tarjetas, en línea, del dinero que nosotros siempre estuvimos acostumbrados a usar. El peso que uno deposita en efectivo en el banco y eso se circula con la tarjeta de débito o de crédito. Fue el primer paso de la revolución electrónica dedicado a ese circuito de las finanzas”, indicó.
En tanto, la moneda digital es la que emiten los bancos centrales de las naciones, utilizando una tecnología de doble validación con los libros de cuenta, que posibilitan que haya esa emisión donde se prohíbe que se emita dos veces para una compra. “No hay esa transacción física del billete, sino una doble validación electrónica. Son emisiones de los bancos de la moneda soberana de un país de forma digital”, añadió.
La criptomoneda es algo aún más novedoso, donde autores privados (no bancos) utilizan la tecnología para hacer entre sus comunidades la emisión digital de su moneda privada. “Ahí entra el ejemplo del bitcoin que aparece como una propuesta de unos ciberactivistas con la idea de hacer algo muy libertario, de escaparse del control del Estado. Este mercado está en ciernes y es un recurso de alto riesgo”, advirtió.
Para la investigadora todavía falta popularizar el uso del dinero electrónico para hacerlo llegar a sectores más amplios de la sociedad, en especial a los más marginados.
Mencionó que, como sociedad, tenemos poca educación financiera y por ello nos falta generar confianza en usar las nuevas tecnologías.
“Tener el dinero físico nos da más seguridad, pero está en desuso. En naciones como las latinoamericanas hay obstáculos con problemas estructurales, pero el uso electrónico del dinero no tiene marcha atrás, es un cambio que llegó para quedarse”, concluyó.