El conflicto al otro lado del mundo Rusia-Ucrania, ha generado una serie de consecuencias sociales y económicas, y no sólo para esa parte del planeta, sino para todo el mundo. México como parte del mismo, no se ha librado de esas consecuencias.

Entre las ya presentes e importantes, han sido las derivadas del precio del petróleo, que han resultado en un alza del mismo a nivel mundial.

Si bien podría pensarse que nos beneficia éste hecho… también nos perjudica. Hay muchas voces que han dado su opinión al respecto, unos para bien, otros no tanto.

Héctor Magaña, profesor investigador del Centro de Investigación en Economía y Negocios en el Tec de Monterrey campus Estado de México, compartió su opinión y visión de los hechos.

“Parte de las sanciones que Estados Unidos y varios países de la Unión Europea impusieron a Rusia, fue el no adquirir su petróleo”.

“Esta situación ha provocado que en el mercado global exista una menor oferta de éste recurso, lo que ha dado como resultado un incremento en su precio”, detalló el profesor.

Magaña explicó que la guerra en Ucrania no afecta directamente al precio de la gasolina que consumimos en México, pero sí existen efectos negativos en nuestro país por el alza en el precio del petróleo y explicó:

“México ya no es uno de los grandes productores de petróleo a nivel mundial. La producción de PEMEX ha disminuido año con año, de tal forma que nuestro país ya exporta una menor cantidad de petróleo”.

“Por lo tanto, el incremento en el precio del recurso no contribuye de manera significativa a los ingresos públicos. Adicionalmente, México importa más gasolina de la que produce, así que para atender la demanda de combustible, el país adquiere gasolina en otros mercados”.

Al ser el petróleo el principal insumo para la producción de gasolina, citó el investigador, si éste aumenta de precio, los consumidores deberán pagar un precio más alto por ella.

Los precios del petróleo a nivel mundial han seguido aumentando, y de acuerdo con el investigador, uno de los grandes retos para las autoridades en México, y a nivel mundial, es la incertidumbre de no saber por cuánto tiempo se mantendrá esta situación.

“La primera estrategia que implementaron las autoridades mexicanas fue la de disminuir el impuesto especial (IEPS) que se le carga a las gasolinas, para no ver reflejado un incremento significativo en su precio».

“Pero si la tendencia del aumento en los precios del petróleo continúa de manera indefinida, la actual administración ha declarado que se podría utilizar un subsidio para mitigar el incremento en los precios de los combustibles, ya que prácticamente ha eliminado el IEPS en las gasolinas”, puntualizó.

Para mantener un subsidio el gobierno mexicano deberá replantear el presupuesto de egresos, refirió el académico.

“Sin embargo, al hacer esto, se podrían ver afectados algunos programas públicos al recibir menos recursos de los que originalmente se tenían planteado. Incluso algunos proyectos deberán suspenderse hasta que el panorama mejore”.

“Por un lado, las finanzas públicas en México estarán dejando de percibir los ingresos que se tenían contemplados en el IEPS de la gasolina, y por otro lado, la administración pública deberá destinar recursos para subsidiar el precio de las gasolinas, recursos que no se tenían contemplados en el presupuesto de egresos para el año en curso”, detalló.

De acuerdo con el investigador,  la prolongación del conflicto en Ucrania y las sanciones a Rusia podrían provocar que más programas públicos en México sufran recortes en su presupuesto.

“Los recursos son limitados, y será más complicado continuar con el subsidio de la gasolina en nuestro país. En el peor de los casos algunos programas públicos podrían suspenderse si las autoridades consideran que el subsidio a la gasolina deba continuar hasta que se normalice el precio del petróleo”, refirió el investigador.

Comentó algunas acciones que otros países han realizado para mitigar el incremento en el precio del petróleo frente a un escenario en donde el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania se prolongue por meses o años. “Estados Unidos ha liberado parte de sus reservas de petróleo y algunos miembros de la OPEP han acordado incrementar la producción del recurso con el objetivo de cubrir la cantidad de barriles que no se adquieren del mercado ruso, y con ello incrementar la oferta. No obstante, lo anterior ha tenido poca incidencia en los mercados internacionales y no han cedido los incrementos en el precio de los hidrocarburos”, comentó el profesor.

En su opinión, mientras la oferta del petróleo continúe limitada será complicado que el panorama mejore, al menos hasta que se logre una resolución del conflicto bélico en donde nuevamente el petróleo ruso pueda ser comercializado a nivel internacional.

El profesor añadió también que hay que estar al pendiente de la inflación, pues México ya enfrentaba un problema inflacionario importante antes del inicio del conflicto.

“Uno de los bienes que más incidencia tiene en el aumento generalizado de precios, es justamente la gasolina. De ahí que la actual administración federal esté tomando medidas para mitigar el incremento en el precio del combustible, dijo para finalizar.

Por otro lado, La secretaria de Energía, Rocío Nahle, está promoviendo la idea de prohibir la exportación de crudo mexicano, en momentos en que el precio de la mezcla mexicana de petróleo se cotiza en más de 100 dólares por barril.

El presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en que el aumento del precio global de los hidrocarburos, una consecuencia indirecta del conflicto en Ucrania, no impactará en el precio de la gasolina en México.

Un reporte de Citibanamex estima que mantener el soporte del precio de la gasolina durante 2022, a través de una política de estímulo fiscal, podría costarle a la Secretaría de Hacienda 249 mil millones de pesos.

La semana pasada, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, anunció que se aplicará un estímulo adicional a las gasolinas y al diésel para evitar que el precio de dicho energético se incremente en términos reales en el país.

Ahora, la secretaría de Energía, Rocío Nahle, aseguró que el gobierno federal analiza la “conveniencia” de continuar o no con la exportación de la mezcla mexicana, con base a la actual coyuntura internacional y su política de autosuficiencia.

“Nosotros tenemos que garantizar nuestros combustibles, pero en esta coyuntura tan importante, estamos haciendo las corridas de valuación de lo que nos conviene, qué es lo que más nos conviene económicamente, qué es lo que más nos conviene también para satisfacer la demanda interna, porque es vinculante”, expresó la funcionaria en entrevista con Bloomberg Línea.

Al cuestionarle si se tiene una fecha fijada para optar por el cambio de la actual política energética, Nahle García refirió que el presidente López Obrador ya le solicitó un análisis detallado para poder tomar una decisión.

“El presidente nos pidió a la Secretaría de Hacienda y de Energía, que hiciéramos las corridas. Estamos trabajando en este momento en ello”, puntualizó.