Al cierre de junio de 2023 se reportan 1502 Sofomes ENR y 47 ER. Para un total de 1549 entidades identificadas como Sofomes. Esto es que el 80% de las Sofomes que llegaron a constituirse cambiaron su figura a una sociedad anónima convencional.
El 70% de las que siguen operando, se concentran en la zona metropolitana de la CDMX, después en segunda posición Monterrey con el 10% de la figura y el 20% restante diluido en las demás entidades del país. La operación por el exceso de regulación de las autoridades financieras, de los propios bancos comerciales para tener incluso cuentas de cheques abiertas y los evidentes escenarios de escasez de fondeo institucional, ha generado que la figura se haya concentrado en hacer negocios con capitales propios que los fondean y recurrir muy poco a emisión de deuda, de igual manera se ha visto afectada en credibilidad por las carteras en impago de grandes Sofomes que se concentraron en créditos de nómina, consumo o especulativos.
En el complejo entorno macroeconómico actual los Intermediarios Financieros no Bancarios (IFNB) se enfrentan a dificultades para encontrar inversionistas dispuestos a respaldar sus operaciones, uno de los factores clave son altas tasas de interés.
De estas entidades, las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes) podrían continuar con dificultades para tener acceso al fondeo, esto por el incumplimiento de pagos de varias entidades importantes en los últimos meses.
Pese a los retos actuales, las IFNB podrían cerrar el año con crecimientos en los montos financiados, debido a la relocalización de las cadenas de suministro, tendencia conocida como nearshoring, según lo mencionado por Javier Garza Hoeffer, director general adjunto de Comfie y vicepresidente nacional de la Asociación de Sofomes en México (Asofom).
“Esperamos tasas bajas a partir del siguiente año y que la economía despegue para lograr estos objetivos, ahora estamos saliendo de un trimestre de crecimiento bajo, para este segundo trimestre proyectamos resultados más estables y de aquí en adelante mejoras”, indicó Garza.
El directivo detalló que en la zona norte, en los estados de Coahuila, Nuevo León, así como en San Luis Potosí, se espera un impacto positivo por la llegada de empresas y la demanda de crédito en diversas modalidades como arrendamiento, factoraje e incluso en préstamos personales.
“Como gremio estamos tratando de ser empresas más sólidas, por ello hemos avanzado con programas para certificar la calidad como financieras y hemos creado un comité de fondeo a la par de otros que cuiden y estén al tanto de las tendencias generales de los mercados económicos”, comentó Garza.
En cuanto a las expectativas por el Nearshoring, Grupo Financiero Banorte estimó que la relocalización podría tener un impacto de 33,600 millones dólares en los próximos cinco años y un efecto adicional acumulado de 168,000 millones de dólares en las exportaciones no petroleras.
Según lo mencionado por Garza, en la zona norte, las 55 Sofomes afiliadas cerraron el 2022 con una cartera de crédito que ascendió a 22,000 millones de pesos, para este año esperan que la región cierre con 60 financieras afiliadas y una cartera de crédito que ascienda a 27,000 millones de pesos.
Además de la llegada de empresas, el vicepresidente de Asofom indicó que como factor a favor se tiene la digitalización, que ha facilitado el flujo de la información para el otorgamiento de crédito.
“Cada día las empresas están mejor, bien ordenadas, inmediatamente proveen de la información que facilita la toma de decisiones. Gracias a la digitalización tenemos acceso a información fiscal, del historial crediticio y nos permite responder de forma rápida”, explicó Garza.
El papel de los IFNB en el financiamiento a empresas podría ser predominante, según datos de la Sofom Pretmex, 65% de las empresas hoy en México obtienen su primer financiamiento de una Sofom.