Oscar Rosado Jiménez, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), pidió a los usuarios no utilizar los servicios de personalización que son ofrecidos por empresas ajenas a las entidades financieras, ante el alto riesgo de que se vulneren las cuentas bancarias del usuario.
Los “plásticos” de las tarjetas tienden a ser “aburrido” para algunas personas, por ello, deciden darles un aspecto diferente, algunos con el logo de su equipo deportivo favorito o bien, prefieren agregarles diseños únicos relacionados con su estilo de vida.
En los últimos años se ha popularizado dar un toque personal a las tarjetas bancarias, por lo que muchos usuarios buscan cambiar su plástico por una tarjeta con diseño personalizado, incluso por otro material, al pasar de plástico a metal. Ante ello existen empresas que no tienen relación con las entidades financieras que ofrecen dichos servicios.
Estas empresas se promocionan en redes sociales como Facebook, Instagram o Tiktok, en las que ofrecen tarjetas con diseño personalizado que pueden ser propuestos por el cliente, que van desde un logo hasta alguna ilustración, por un costo entre 900 y 2,000 pesos.
Durante el proceso, los solicitantes del servicio deben enviar por paquetería el plástico o el chip de la tarjeta, posteriormente dichas empresas se encargan de retirar y colocar el chip en el nuevo plástico con el diseño personalizado. Aunque parece un proceso sencillo en todo momento se pueden vulnerar las cuentas bancarias.
Tan sólo en el envío por paquetería se pone en riesgo la cuenta, ya que durante el traslado, además de una pérdida del plástico, cualquiera puede acceder al número de tarjeta, código de seguridad (CVV) y fecha de expiración, datos suficientes para realizar cargos o compras.
De acuerdo con BBVA, aquellas personas que deseen modificar el plástico de sus tarjetas de crédito o débito corren con el riesgo de no poder usar cajeros automáticos, así como compras de manera presencial.
Algunas compañías de personalización solicitan a los usuarios recortar la tarjeta y enviar sólo el pedazo que contiene el chip, a fin de otorgar una falsa confianza; no obstante, el Presidente de la Condusef explicó que éste funciona como una llave a las cuentas bancarias.
El chip de las tarjetas contiene información impresa que funciona como una llave de acceso a las cuentas bancarias, ya que contiene datos como el banco emisor, nombre del titular, y la firma digital de cuatro dígitos o Nip, esta información es leída por las terminales de pago y los cajeros automáticos cada vez que se realiza una transacción.
Mauricio Ballesteros, director de productos y servicios para individuos de Hey Banco, explicó que actualmente los chips cuentan con tecnología para proteger a los usuarios, pero al solicitar estos servicios existe el riesgo de ser vulnerados, principalmente con tarjetas más antiguas.
“En el proceso se accede a toda la información del cliente, cuando haces la solicitud compartes tu dirección, nombre y aparte envías tu tarjeta, todo lo que se necesita para hacer una transacción, y puedes apagar tu tarjeta, pero en algunos casos suele suceder que los cargos los realizan después de que se entregó la tarjeta, porque ya se tuvo acceso a las cuentas bancarias”, comentó Ballesteros.
La Condusef explicó que si bien no se tienen registros específicos sobre casos relacionados con estos servicios, existe un alto riesgo de sufrir un fraude, ante ello Oscar Rosado pidió a los usuarios no dejar que la vanidad ponga en riesgo sus cuentas bancarias.
Aunque las tarjetas parecen sólo un pedazo de plástico, contienen tecnología que les permite funcionar como medio de pago en las terminales o cajeros. Mauricio Ballesteros, explicó que durante la creación de una tarjeta se siguen normas como el posicionamiento del chip, o la tecnología contactless, y de no seguir o variar alguna norma se pierde su funcionamiento.
“Las tarjetas siguen ciertos estándares como el posicionamiento del chip, todas lo tienen en el mismo lugar. También existe un parámetro sobre la hendidura, si se mueve tan solo un milímetro o se encuentra más o menos hundido el chip, tanto las terminales como los cajeros no podrán leer la información”, comentó.
El costo de personalizar una tarjeta va desde 900 hasta más de 2,000 pesos, cuando los usuarios recortan su tarjeta incluso al momento de insertarlo se puede dañar su funcionamiento, y las empresas de personalización no otorgan una garantía, por lo que además de poner en riesgo la información, al no funcionar la tarjeta se pierde el dinero gastado en la personalización.
Los bancos cuentan con sus propios servicios de personalización los cuales en su mayoría tienen un costo más bajo en comparación con estas compañías, ya que rondan entre 50 y 150 pesos o cercano a 1,000 pesos cuando se cambia de plástico a metal, por lo que es una opción más segura para personalizar las tarjetas en comparación con sitios ajenos al banco.
Las compañías de personalización indican en sus términos y condiciones que “Bajo ninguna circunstancia https://luxecardmexico.com/, será responsable de ningún daño directo, indirecto, especial, incidental o consecuente, que incluye, entre otros, la pérdida de datos o ganancias que surjan del uso o la incapacidad de usar, los materiales de este sitio”.