El riesgo crediticio se refiere a la posible pérdida que asume una institución financiera como consecuencia del incumplimiento de las obligaciones contractuales que incumben a las contrapartes con las que se relaciona.
El otorgamiento de créditos se ha constituido para muchas empresas y entidades financieras en el instrumento de penetración y profundización de mercado, y en consecuencia, la fuente de mayor riesgo de pérdidas y afectación patrimonial; de allí las oleadas de incertidumbre cuando no se cuenta con el personal, o asesoramiento adecuado para mitigar los riesgos de irrecuperabilidad del crédito.
Es importante que las instituciones financieras que otorgan créditos, analicen correctamente la solvencia presente y futura de sus prestatarios para administrar eficientemente su cartera.
Las 5 C de un crédito es algo que no todas las instituciones financieras analizan y toman en cuenta al momento de otorgar un crédito, lo cual recae en la pérdida total o parcial de créditos.
Lo que las cinco C ayudan a determinar es:
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Condiciones económicas.
Se refiere al entorno económico del momento que prevalece en el país o región en términos generales, geográficos, industriales y de mercado.
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Capacidad de pago.
Este punto debe ser muy importante para la institución financiera y el cliente, ya que se debe demostrar, con comprobantes, de nómina de la empresa o negocio en el que labore, que se tienen los suficientes recursos para pagar a tiempo el crédito.
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Capital.
Este concepto hace referencia al dinero o bienes que posee el deudor, de los cuales puede disponer para cubrir su compromiso en caso de quedarse sin empleo u otra forma de ingresos. Esto no significa que queden como garantía del crédito.
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Colateral (garantía).
En ciertos tipos de crédito se pide que queden como garantía prendaria bienes o valores mientras se liquida el crédito.
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Carácter.
Este hace referencia a la solvencia moral de la persona, es decir, su historial o trayectoria de buen pagador en sus deudas. El cual se puede consultar en Buró de crédito o Círculo de crédito.
Teniendo un buen análisis de las 5 C de un crédito ayuda a la microfinanciera a bajar la probabilidad de incumplimiento por parte del cliente; dicho riesgo crediticio, se puede incurrir en tres tipos:
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Riesgo de iliquidez.
Falta de dinero por parte del deudor para el pago, reflejándose en el incumplimiento de no poder efectuar el pago dentro del período predeterminado o de efectuarlo con posterioridad a la fecha en que estaba programado de acuerdo a su tabla de amortización.
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Riesgo de instrumentación o legal.
Falta de precaución o conocimiento en la celebración de convenios, contratos, elaboración de pagarés, letras de cambio, o instrumentos de tipo legal que obliguen al deudor al pago.
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Riesgo de solvencia.
Falta de un verdadero análisis e identificación del perfil transaccional del acreditado.
Las instituciones crediticias deben establecer esquemas eficientes de administración y control del riesgo de crédito al que se exponen en el desarrollo del negocio, en resonancia a su propio perfil de riesgo, segmentación de mercado, según las características de los mercados en los que opera y de los productos que ofrece; por lo tanto es necesario que cada entidad desarrolle una variedad en productos de crédito para ofrecerle a sus clientes, que controlen y mitiguen las exposiciones de riesgo crediticio y por ende pérdidas a la institución, a fin de mantener una adecuada cobertura y liquidez de los créditos otorgados.