Otro grave problema, de los tantos que adolecen a nuestro país, es el robo de identidad digital, que aumenta a gran velocidad día con día y en los últimos años, ya es el delito de mayor crecimiento en México y en el mundo.

Según datos del Banco de México, ocupamos el octavo lugar a nivel mundial en este delito. Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), informó que durante la pandemia de Covid-19, los ataques para robar información sensible a través de correos electrónicos han crecido un 600% y GOOGLE compartió que cada 39 segundos se realiza un ataque masivo y calcula que diariamente se envían 18 millones de mensajes que buscan robar información.

La gran revolución digital, nos ha otorgado grandes avances tecnológicos en años recientes, sin embargo, con la diversificación del uso de medios electrónicos para realizar compras y pagos de bienes y servicios, mucha de nuestra información se almacena, procesa o transmite en formato digital, lo cual ha detonado el aumento exponencial de la delincuencia cibernética.

Y es que a diferencia de otras modalidades de fraude, para los delitos cibernéticos sólo se requiere de una computadora normal, como la que casi todos tenemos en casa, una conexión a internet, los conocimientos técnicos necesarios para ejecutarlos, y claro tiempo y paciencia.

Puede sonar muy difícil el llevarlos a cabo, pero no. No todos los delincuentes son expertos en sistemas, con sólo tener las rutinas básicas de estafa, visión, creatividad y mucha paciencia, se logra el objetivo sin necesidad de invertir dinero y recursos, y todo en el relativo anonimato que ofrece internet.

Agreguemos además que gran parte de la población, no sabe mucho o no se preocupa lo suficiente para protegerse contra estos delitos.

El robo de identidad es cada vez más común por lo que se ha convertido en una dura y muy costosa realidad. Cualquiera puede ser víctima de este delito, por lo que debemos proteger nuestra información personal, supervisar cuentas e historial financiero y actuar rápidamente ante cualquier indicio de uso indebido de nuestra identidad.

Algunas medidas a tomar, podrían ser:

• Tus documentos personales que contengan información personal o archivos electrónicos, así como el NIP, el password (contraseña) y las claves dinámicas deben ser conservados en un lugar seguro (dentro y fuera del hogar), para evitar que personas extrañas tengan acceso a ellos.
• Al deshacerte de los documentos que contengan información personal o financiera, o las tarjetas de crédito o de débito vencidas, destrúyelos perfectamente. Por ejemplo, antes de tirar la basura revisa que no contenga documentos con información personal, en caso de que así sea, destrúyelos por completo también y verifica que no sea posible extraer información personal por parte de terceros.
• El uso de fuentes de fácil acceso y ricas en información, como las redes sociales, en las que se puede obtener todo sobre una persona, tal como: nombre, edad, fecha de nacimiento, fotografía, información de tipo familiar, escolar, laboral, entre otra, facilita a los delincuentes el robo de identidad. Por lo tanto, utiliza distintas contraseñas y nombres de usuario para diferentes sitios. No compartas ni publiques más de lo necesario y configura niveles de privacidad entre tus contactos. También es muy importante que nunca envíes tus claves y NIP por correo electrónico y jamás los compartas con alguien, asegurándote de cambiar tus contraseñas y claves de acceso con regularidad y construye una contraseña segura.
• Como medida de previsión, instala software de seguridad (antivirus) y contraseñas seguras, que no se relacionen con datos personales como fechas de nacimiento, números telefónicos o nombres de familiares, y utiliza combinaciones de letras mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales (@,&,*, etc). Siempre bloquea tú teléfono inteligente o cualquier otro dispositivo y no permitas el acceso remoto a tu computadora.
• En compras en línea, sé cuidadoso de la información que compartes en línea, verificando que tu información personal sea utilizada para propósitos legítimos. Instala en tu computadora paquetes de seguridad que te protejan contra amenazas tecnológicas y mantenlos actualizados. No proporciones información personal por correo electrónico ni por internet, a menos que tengas certeza que el sitio sea legítimo y revisa las políticas de privacidad de los sitios que visitas para conocer el uso que se le dará a la información que proporciones.
• Continuando en esta área digital, no utilices equipos públicos para realizar movimientos bancarios o de compras por internet ya que tu información puede quedar grabada en ellos con el uso de un software maligno. Asegúrate que el sitio que visitas para compras en Internet sea totalmente seguro y confiable, para lo cual el proveedor debe informar su identidad, denominación legal, políticas de venta y privacidad, así como datos de su ubicación física.
• Por último, haz caso omiso de los mensajes en los que te comunican que has ganado un premio o te hacen una oferta especial, al menos que tengas seguridad plena de la autenticidad de los mensajes, ya que esta es una forma de anzuelo que tiran los delincuentes para que caigamos y piquemos la carnada, para robar nuestra información financiera.
• Siempre mantente alerta y sospecha de cualquier situación que consideres extraña, valida que es auténtica siempre antes de iniciar.
  Como lo mencionamos antes, cualquier persona puede caer en la trampa… ¡incluso tú!