José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis de Comercio, Economía y Negocios (Lancen), asegura qué hay una alta presencia de compañías de China en el Istmo de Tehuantepec, a pesar de que la región es estratégica para el plan de seguridad comercial de cadenas de suministro del gobierno de Estados Unidos.
“Con la inversión de empresas estadounidenses en el sur de México, se refrenda que el Istmo de Tehuantepec está inmerso en la seguridad comercial de las cadenas de suministro del presidente de Estados Unidos, Joe Biden; para ello tienen que desplazar la inversión china en el sur de México”, declara el profesor del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM.
El investigador de la UNAM recuerda que el Istmo de Tehuantepec es considerado en el Diálogo de Alto Nivel Económico por Estados Unidos como activo estratégico en el plan de seguridad comercial impulsado por el gobierno de Joe Biden.
Con la puesta en marcha del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, las empresas de Estados Unidos reducirán costos en el precio de los combustibles, frenarán las alzas en las tarifas del Canal de Panamá, e impulsarán los corredores logísticos de la costa Este y Oeste de la Unión Americana.
Actualmente, México puede absorber una parte del tráfico comercial de la ruta Asia-Costa Oeste de Estados Unidos, dice el economista por la UNAM.
El 8 de junio de 2021, Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, en su visita de Estado a México firmó un Memorándum de Entendimiento en Materia de Cooperación Internacional entre ambas naciones.
La vicepresidenta de Estados Unidos manifestó especial interés en el papel que tiene México en la seguridad de Estados Unidos, por ello enfatizó que se debe fortalecerse la confianza y facilitar inversiones estadounidenses en México, de manera particular en el sur del país.
Kamala Harris puso especial énfasis en que México debe permitir la inversión de empresas estadounidenses en el Istmo de Tehuantepec.
“Es necesario resaltar la relevancia geoeconómica que tiene el Istmo de Tehuantepec, ya que está ubicada en la región geográfica localizada entre los estados de Oaxaca, Veracruz, Tabasco y Chiapas en México y es la zona más angosta entre los océanos Pacífico y Atlántico”, señala José Ignacio Martínez Cortés.
Las entidades por donde corre el Istmo de Tehuantepec son ricas en petróleo, recursos maderables, minería y biodiversidad, por lo que Estados Unidos compromete a México, a través de un paquete de donaciones y préstamos, para impulsar el crecimiento de esos estados mexicanos, explica el coordinador de Lancen.
Para ello se invertirán 250 millones de dólares en nuevas inversiones para impulsar el desarrollo de infraestructura, además de organizar misiones comerciales en el Istmo de Tehuantepec y en el sur de México, comenta.
No obstante, advierte hasta ahora, no hay nuevas inversiones de empresas de Estados Unidos en el sur de México y sí una mayor presencia de empresas de China, que sí están invirtiendo.
La empresa paraestatal China Communications Construction Company (CCCC), por ejemplo, está coinvirtiendo en la construcción del primer tramo del Tren Maya en convenio con el Consorcio Mota-Engil México, Grupo Cosh, Eyasa y Gavil Ingeniería. La empresa china invertirá más de 630 millones de dólares en la ruta.
En el financiamiento de la construcción de la refinería de Dos Bocas, en el municipio de Paraíso, Tabasco, participan los bancos chinos Banco Industrial y Comercial de China (ICBC) y el Banco de China.
Los bancos chinos tienen alrededor de 600 millones de dólares en inversiones en la construcción de la sexta refinería de México, una obra impulsada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Adicionalmente, China es el segundo socio comercial de México, además existe un gran potencial para detonar otros negocios en el sector comercio, agricultura y tecnología, apunta el coordinador de Lancen.
El 24 de febrero de 2022, el presidente de Estados Unidos firmó una orden ejecutiva para reforzar el abastecimiento doméstico a las cadenas productivas en sectores estratégicos a fin de garantizar la prosperidad y la seguridad nacional de Estados Unidos y reducir la vulnerabilidad frente a suministros externos.
La Orden Ejecutiva, impulsa el abastecimiento doméstico a las cadenas productivas en sectores estratégicos a fin de garantizar la prosperidad y la seguridad nacional de Estados Unidos, y reducir la vulnerabilidad frente a suministros externos, marca la pauta para que Washington aumente su capacidad de responder rápidamente ante los desafíos y garantizar que la escasez de producción, las interrupciones del comercio, los desastres naturales y las acciones potenciales de competidores y adversarios extranjeros nunca vuelvan a dejar a Estados Unidos vulnerable.
La Orden Ejecutiva lanza una revisión integral de las cadenas de suministro, y está dirigida a los departamentos y agencias federales, a identificar formas de asegurar las cadenas de suministro de Estados Unidos contra una amplia gama de riesgos y vulnerabilidades. La construcción de cadenas de suministro busca reducir la escasez de productos críticos.
También facilitará las inversiones necesarias para mantener la ventaja competitiva de Estados Unidos y fortalecer la seguridad nacional de ése país.
Con su plan de cadenas de suministro, el presidente Biden abre un frente directamente con China en torno a los minerales que son una parte esencial de los productos de defensa, alta tecnología y otros. Desde tierras raras en nuestros motores eléctricos y generadores hasta la fibra de carbono utilizada para los aviones, por lo que Estados Unidos busca asegurarse de que no dependa de fuentes extranjeras o puntos únicos de falla en tiempos de emergencia nacional.