Las autoridades financieras advirtieron nuevamente en un comunicado, que las criptomonedas no son una divisa de curso legal vigente, por lo que queda prohibido realizar operaciones con activos virtuales en las instituciones bancarias.
“Hay una posición clara del Banco de México, la Secretaría de Hacienda y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que las criptomonedas están prohibidas para su utilización en el sistema financiero, no hay nada que se prevea que vaya a cambiar en el futuro cercano”, aseguró el titular de Hacienda, Arturo Herrera.
Señalaron que las instituciones financieras del país, no están autorizadas a realizar y ofrecer al público operaciones con activos virtuales, tales como bitcoin, ehter, XRP y otros con el fin de mantener una sana distancia entre estos y el sistema financiero.
Explicaron que los activos virtuales son mecanismos de almacenamiento e intercambio de información electrónica, que no tienen valor y sus características tecnológicas pueden tener usos futuros diversos que pueden determinar su valor.
Por ello, suelen ser activos con un valor muy volátil y son considerados especulativos. Si bien pueden ser intercambiados, no cumplen con las funciones del dinero.
Se recordó que mediante la Circular 4/2019 se emitieron “Disposiciones de carácter general aplicables a las instituciones de crédito e instituciones de tecnología financiera en las operaciones que realicen con activos virtuales”, con ello solamente podrán celebrar operaciones con activos virtuales para aquellas actividades realizadas internamente. Deberán contar con autorización del Banco de México para realizar Operaciones Internas con activos virtuales.
Asimismo, tendrán prohibido celebrar operaciones en términos distintos a los establecidos en la autorización respectiva.
Si bien es cierto que esto no es nuevo, solo es un recordatorio de las advertencias emitidas en los años 2014, 2017 y 2019 donde se ha mencionado sobre los riesgos “inherentes” al uso de activos virtuales como medio de cambio, depósito de valor u otra forma de inversión; con el fin de mantener una “sana distancia” entre éstos y el Sistema Financiero Mexicano.
El comunicado es respuesta a las publicaciones que, vía redes sociales el empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego, hiciera manifestando la intención de que su banco (Banco Azteca) fuese el primero en México en realizar transacciones con estos activos, principalmente con la de mayor auge, el “Bitcoin”.
También recordemos que hace algunos días, el gobierno de El Salvador adoptó también el Bitcoin como moneda autorizada en ése país.
Ahora bien, esto no quiere decir que en México exista una prohibición como tal, hay que recordar que desde 2018 tras la entrada en vigor de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, mejor conocida como Ley Fintech, en su artículo 30 contempla que las instituciones de crédito pueden realizar operaciones con activos virtuales. Así Banco de México, mediante disposiciones de carácter general, publicó en 2019 la Circular 4/2019 donde describe las características de los activos virtuales con los cuales podrían operar las instituciones financieras, y poniendo en claro que solo se podrán utilizar para “operaciones internas”.
Más allá de proporcionar un listado de activos permitidos, que era lo que se esperaba, esta Circular tomó un carácter “restrictivo”. No obstante lo anterior, Banco de México ha señalado que, si bien las instituciones de crédito no están autorizadas para ofrecer al público en general operaciones con activos virtuales, esto no impide que otras entidades lleven a cabo dichas operaciones, como ejemplo las casas de cambio de activos virtuales o “exchanges”, puedan ofertar al público los servicios de compra y venta de activos virtuales.
También a este Comunicado, la Autoridad sumó el pronunciamiento claro que en México no se ha autorizado el uso de “stablecoins” o “monedas estables”, una clasificación de criptoactivos que a diferencia de las criptomonedas, su valor está ligado a una moneda fiduciaria como el dólar o el peso. Esto, después que en las últimas semanas se han lanzado algunos proyectos de “stablecoin” ligados al peso mexicano desde la iniciativa privada, diciendo así que será una actividad exclusiva para instituciones financieras, que de acuerdo con su modelo negocio, requerirán previa autorización.
Y es que aunque Arturo Herrera ha dicho claramente que en México, al menos en un corto plazo, no existirá una postura “diferente”, la realidad es que la necesidad de un marco regulatorio se ha convertido en una bomba de tiempo. Y no, no precisamente se refiere a crear una ley para considerar “moneda de curso legal” a cierto activo virtual, tal como lo realizó recientemente El Salvador, sino más bien a que cada día la cantidad de personas que utilizan y realizan transacciones con criptoactivos en México va al alza.
Así lo demuestra el último estudio realizado por Statista Global Consumer Survey, donde México se coloca entre los primeros 5 países de América Latina con mayor operación en activos virtuales. Por lo tanto, la necesidad de una postura diferente no es para que se regulen, ya que tratar de regularlos sería ir en contra del génesis de las criptomonedas “la descentralización”, más bien el reto es crear un entorno que, en lugar de restringir, llame a la inversión y la atracción de nuevos modelos de negocios,
También es cierto que existe una Ley Fintech, que más allá de incentivar, ha sido un frente severo para bloquear la inversión, así como la ausencia de un marco fiscal regulatorio, ha llevado a que los tratamientos fiscales se lleven de manera análoga con lo existente en las leyes impositivas, debido a que ni el propio órgano recaudador sabe cómo debe considerarse fiscalmente, y esto empieza a ser un problema para quienes realizan actividades de manera habitual de compra y venta de criptomonedas y/o alguna otra actividad relacionada con los criptoactivos, al no saber cómo declarar sus ganancias y/o pérdidas a la Hacienda Pública.
Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), dijo que tienen registro de 23 plataformas que operan en el país con criptomonedas y que presentan sus avisos a la Unidad, donde han encontrado tres casos de irregularidades: una banda de nigerianos, una trata de personas y una de hackers, donde la operación de lavado de dinero se efectúa a través de criptomonedas.
El reto de la autoridad va más allá de mantener sanas distancias porque a las criptomonedas ya nada las detiene, el verdadero reto es que la autoridad decida entenderlas.