La supuesta “rapidez” con la que los usuarios pueden acceder a un crédito aumenta la posibilidad de que las personas resulten defraudadas o paguen tasas de interés más altas de lo que ofrece el mercado formal de crédito.
En internet es común encontrar ofertas de “créditos exprés” que aseguran una transmisión segura de la información, ser rápidos y convenientes y no requerir aval o historial crediticio; no obstante, el Costo Anual Total (CAT) puede superar el 390%, según lo que informan en su propia página web.
Una “financiera web” ofrece a los usuarios microcréditos, por un monto máximo de tres mil pesos a pagar en un plazo de 30 días, en donde explica que en total, el usuario pagará cuatro mil 252 pesos; es decir, mil 252 pesos corresponden únicamente a intereses.
Cabe recordar que en el caso de los bancos, un crédito personal, con un saldo entre cinco mil y 25 mil pesos puede tener una tasa de entre 27 y 62%, según datos del Banco de México.
Otra empresa, ofrece en su página de internet el ingreso de la solicitud de crédito en un estimado de 10 minutos para recibir el dinero en un plazo máximo de 24 horas.
Refiere que por un crédito de cuatro mil 500 pesos a un plazo mínimo de 60 días, al término del plazo se habrá pagado un total de siete mil 740 pesos, de los cuales tres mil 240 pesos son solamente de comisión y el resto corresponde al crédito.
“Solicitar es muy fácil y rápido; sin aval, ni comprobar ingresos. Los clientes nuevos pueden pedir préstamos hasta de dos mil 500 pesos y los clientes recurrentes pueden pedir préstamos hasta de 10 mil pesos. La tasa de interés y el pago son fijos. Total trasparencia y sin letras chiquitas”, es lo que promete esta empresa a través de su página de internet en donde asegura que ya cuenta con más de dos millones de clientes.
Otra modalidad vigente en la Cd. de México, aunque no lo crea, se maneja con la visita de supuestos promotores a los negocios establecidos, ofreciendo “créditos fáciles y rápidos”. Una vez aceptados por los comerciantes, se entrega la cantidad acordada en efectivo, previa firma de contrato y pagarés.
Posteriormente, los visitan cobradores cada semana para recibir el pago correspondiente, con penas de hasta el 20% de interés moratorio por cada día de retraso. Además de amenazas de secuestro del personal, o quema y destrucción del negocio si no se cumple con los estipulado (clara delincuencia organizada).
CON EMPRESAS FANTASMAS
La propia Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha alertado sobre la existencia de empresas “fantasma” que a cambio de un crédito solicitan el pago de una supuesta comisión, lo que finalmente termina convirtiéndose en un fraude en el que las personas no reciben el crédito y pierden lo que hayan pagado a dicha empresa que generalmente opera desde una oficina virtual, por lo que ni siquiera se puede denunciar. La empresa Creditum Group, constituida bajo la figura de Sociedad Anónima solicita a los clientes a cambio de un préstamo, el depósito de determinada cantidad con el argumento de que se trata de una garantía recíproca con la cual el cliente avala que responderá por el préstamo. Además, dicha empresa opera también bajo el nombre de Grupo Pro Expansión Total, con el mismo “modus operandi” de oficinas virtuales y teléfonos móviles, y solicitudes de dinero como condición para obtener el financiamiento. Ante esta situación, la Condusef hizo un llamado a la población a no dejarse engañar por este tipo de empresas que sólo se aprovechan de la necesidad de las personas, y te recomienda que si estás buscando financiamiento, acudas a instituciones autorizadas y supervisadas.
La Condusef te recomienda que antes de solicitar un crédito, tomes en cuenta los siguientes puntos:
– No te dejes engañar por la aparente rapidez para el otorgamiento del crédito que ofrecen algunas empresas (no son financieras y no son reguladas por la Condusef).
– Cerciórate de la identidad y registro de la institución a través del SIPRES; es mucho más seguro acudir con instituciones debidamente autorizadas.
– No proporciones datos personales o datos de tarjetas de crédito o débito, si no estás seguro de que sea una empresa seria.
– Compara todas las opciones de crédito posibles. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015, 2 de cada 3 adultos no comparó antes de adquirir sus productos o servicios.