La agencia calificadora Moody’s cambió de estable a negativa la perspectiva de calificación de la nota soberana de México desde noviembre, ante el debilitamiento del marco institucional y de la formulación de políticas que pueden socavar los resultados fiscales y económicos.
Desde su perspectiva, “la mayor rigidez del gasto público y el deterioro de la asequibilidad de la deuda dificultan la consolidación fiscal tras el aumento del déficit público de este año”.
La nota soberana de México en Moody’s es “Baa2”, que indica dos niveles arriba del grado de inversión y hoy tiene una perspectiva negativa que indica una de tres posibilidades de un recorte en un lapso de 6 a 12 meses.
“Asimismo, la reforma constitucional de México podría debilitar los controles y equilibrios del sistema judicial con un posible impacto negativo en la fortaleza económica y fiscal del país”, detallaron.
La calificadora añadió que la reforma constitucional del Poder Judicial eleva el riesgo de erosionar los controles y contrapesos del sistema judicial del país, con un posible impacto negativo en la fortaleza económica y fiscal de México.
“El deterioro de la asequibilidad de la deuda y una mayor rigidez del gasto público dificultan la consolidación fiscal, tras la ampliación del déficit público este año”, explica la calificadora. Desde la óptica de la agencia, el déficit fiscal de este año, equivalente al 6% del PIB, supone una desviación en el largo historial de déficits bajos, independientemente de las presiones económicas”.
Moody’s también reconoció que existe una mayor probabilidad de que los pasivos contingentes de Pemex se materialicen en el balance del Gobierno, sin que se restablezca la sostenibilidad de la deuda de largo plazo de la petrolera y, por lo tanto se mantengan los riesgos fiscales para la Administración actual. El apunte de la agencia va en línea con la reducción que hizo a la calificación de la petrolera en febrero pasado. Moody’s redujo la calificación de Pemex en dos escalones de B3 a B1.
Pese a esta rebaja de perspectiva, la calificación crediticia “Baa2″ se mantuvo, tras considerar la fortaleza económica que se mantiene en el país, así como por los beneficios potenciales del nearshoring o relocalización de empresas.
Tras conocer el cambio de Moody’s, la Secretaría de Hacienda indicó que este ajuste no implica necesariamente una rebaja en la calificación, sino que responde a un análisis precautorio de la calificadora sobre el balance de riesgos percibido. “La agencia no disponía en el momento de su Consejo de la información sobre el Presupuesto de 2025, la política fiscal propuesta para el próximo año o las proyecciones que la Secretaría de Hacienda entregará al Congreso de la Unión el día de mañana. Esta situación sugiere que el análisis y la perspectiva de Moody’s podría haberse beneficiado de una evaluación más detallada y actualizada”, replicó la dependencia.
Hacienda defendió que la deuda del Gobierno de México mantiene un atractivo solido en los mercados internacionales, demostrando un perfil resiliente ante las fluctuaciones económicas y la volatilidad financiera. “México cuenta con los amortiguadores fiscales necesarios para mitigar posibles escenarios adversos en el entorno global, reafirmando el compromiso de la Secretaría de Hacienda con una gestión prudente que refuerza la fortaleza de las finanzas públicas y la sostenibilidad de la deuda”, zanja. El Gobierno de Sheinbaum también enfatizó que México mantiene el grado de inversión con las ocho agencias calificadoras que evalúan su deuda.