Parecía ser el negocio perfecto para invertir:
Invertir en conciertos musicales y espectáculos públicos con rendimientos entre el 3% y el 15%, mejor que cualquier institución financiera, bajo el esquema Crowdfunding, y además tener beneficios únicos como fans con tus artistas favoritos.
Sin embargo, no fue así, la plataforma chilena Weeshing cerró y dejó a muchos inversionistas en varios países incluido México sin su dinero, sin ganancias y sin saber qué sucedió con ella ni qué hacer ahora.
Weeshing operaba en México bajo la dirección de Guillermo Padrón, pero renunció en medio de problemas con la empresa matriz y con dicha decisión muchos inversionistas aseguran que la empresa siempre fue un fraude.
¿Qué prometía Weeshing?
Era una plataforma de origen chileno creada por Juan Pablo Duch, que permitía invertir en conciertos y eventos en vivo. Un instrumento financiero alternativo que ofrece rentabilidades atractivas para los diferentes tipos de inversionistas conservadores y un poco más agresivos, que adicionalmente obtienen beneficios exclusivos en los conciertos y espectáculos.
Luego de cerrar operaciones en México, tras señalamientos por fraude, la plataforma fue sancionada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) por infringir la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, también conocida como Ley Fintech.
Después de la actualización a su portal de sanciones, la CNBV publicó la multa por $84,490.00 pesos a la plataforma de origen chileno que ofrecía al público invertir en conciertos y eventos en vivo a cambio de atractivos retornos; sin embargo, luego de denunciarse irregularidades por falta de pago a sus inversionistas ésta tuvo que cerrar operaciones.
De acuerdo con el portal de la autoridad, la sanción se debió a que la plataforma expresó ideas semejantes a las instituciones de financiamiento colectivo sin serlo, por lo que pudo inferirse la realización de actividades propias de estas organizaciones, sin estar autorizada como institución de tecnología financiera bajo los términos de la Ley Fintech.
“Esa sociedad (Weeshing) en su denominación, razón social, publicidad, interfaces, páginas de Internet o cualquier otro medio de comunicación electrónica o digital los días 10 de octubre y 25 de octubre del 2019, usó la expresión institución de financiamiento colectivo mediante las palabras crowleding y crowdinvesting”, detalló la CNBV en la sanción impuesta a esta plataforma, la cual no ha sido pagada ni lo será, como el dinero invertidos por las personas que creyeron en ellos.