Las sociedades financieras de objeto múltiple (Sofomes) ofrecen instrumentos financieros de crédito de fácil acceso, especialmente para emprendedores que no tienen la posibilidad de adquirir un préstamo en bancos tradicionales.
Al no ser instituciones bancarias, las Sofomes, no manejan recursos del ahorro de sus clientes, sino que los recursos que prestan provienen de fuentes como:
- Amigos, familiares y conocidos
- Banca de desarrollo
- Banca comercial
- Emisión de deuda privada
- Fondos de capital
- Fondos u organismos internacionales
- Emisión de Deuda Pública
- Otros intermediarios
Es decir, estas sociedades son intermediarios que buscan recursos para otorgar crédito a los clientes, con un porcentaje de interés como utilidad y la mayoría de las veces, solicitan también una garantía.
Dependiendo de la madurez de la Sofom, es el medio por el cual obtiene los recursos, de ahí que el 42% de ellas se fondea a través de amigos y familiares y solo el 2% a través de deuda pública.
“La ley dice no puedes hacer publicidad para captar recursos, pero si yo te presento a Fernando y Fernando tiene cierto dinero que puede invertir en la Sofom, eso sí puede pasar” detalló Jorge Avante Arcos, director general de Asofom.
Avante Arcos agregó que la madurez para otro tipo de recursos se adquiere mediante la institucionalización y la certificación de sus procedimientos y garantías.
En el caso específico de las sociedades pertenecientes a la asociación de sociedades financieras de objeto múltiple (Asofom), los agremiados equilibran su nivel de institucionalización a través de una herramienta para diagnóstico y comparación sectorial, que se realiza con base en la evaluación de distintos rubros y parámetros calificados de manera ponderada y que se refieren a los principales riesgos inherentes a que están expuestas en su calidad de intermediarios.
Asofom detalló que esta herramienta tiene 10 componentes entre los que se encuentran el tamaño de la cartera activa, sus manuales y procesos, su estructura organizacional, su capacidad de innovación y responsabilidad social.
Por ello, la relación entre estas instituciones y quienes acuden para solicitar un crédito es más cercana, pues quienes prestan el dinero quieren saber en qué va a utilizar el cliente el dinero, cuáles son sus necesidades y cómo es que el financiamiento les servirá.
Siendo así, a pesar de que las SOFOMES cuentan con un modelo operativo de muy bajo costo que pueden ofrecer los mismos productos que un banco, no pueden ofrecer créditos baratos dado que su materia prima, “el dinero” es mucho más caro.
Esto al final del día al perjudica al usuario final, pues no recibe una mayor oferta de productos financieros a costos más competitivos. Las Sofomes por ello se centran en nichos de mayor riesgo y relegados de la banca tradicional que toleran un mayor costo de financiación.
La figura de la Sofom, se asemeja y tiene su origen probablemente en los nonbank Banks (bancos no bancarios) de los Estados Unidos, instituciones que fueron creadas para que comerciantes, industriales y minoristas pudieran ofrecer a sus proveedores y clientes productos de créditos sin sujetarse a un modelo operativo bancario y asumir sus costos; con la única restricción justamente de la captación de depósitos del público en general, como ocurre con las Sofomes. Esta figura nació en Estados Unidos desde la década de los 80’s como medida de impulso al acceso al crédito de las empresas para su desarrollo y crecimiento.