La pelea comercial entre Estados Unidos y China, se tornó más amarga tras el anuncio del gobierno de Joe Biden de imponer aranceles a la importación de varios productos asiáticos, incluyendo los automóviles de gasolina y eléctricos.
Expertos advierten que este escenario presionará a México, para tomar acciones contundentes como investigaciones en el mercado, ante el arribo de una mayor oferta de autos con tecnología china.
Desde la pandemia, a México han aterrizado más de 20 marcas de autos chinos, entre las que destacan BYD, el principal competidor de Tesla, así como Chirey, Omoda, Geely, Bestune, Jetour, Great Wall Motors. JMC, BAIC, SEV, GAC Motor, MG y JAC, la única empresa que cuenta con una planta armadora en el país.
Esta competencia entre fabricantes chinos y occidentales, ha llevado a una mayor variedad de opciones y precios más accesibles en el mercado automotriz mexicano.
Al comparar las listas de precios de ciertas marcas de autos se advierte que algunos modelos cuestan menos que hace un año. Este fenómeno es inusual, pero la entrada masiva de fabricantes chinos al mercado ha representado un freno significativo a la escalada de precios que vivía el sector automotriz en México.
Antes de la pandemia, los precios de los vehículos solían aumentar anualmente entre 3% y 4%. Sin embargo, entre 2021 y 2023, la escasez global de chips y la consecuente reducción de inventarios llevaron a un incremento en los precios de los vehículos en México. En este periodo, el aumento alcanzó un 25% –según cálculos de fabricantes consultados–, el más alto registrado en la última década. Prácticamente ningún modelo quedó por debajo de los 250,000 pesos, un monto demasiado elevado para muchos consumidores.
“En ese entonces, el tipo de cambio era más elevado y el inventario era escaso, lo que nos permitía comercializar nuestros productos a precios más altos debido a nuestra menor capacidad de producción… Y los clientes nos compraban caro”, explicó Miguel Barbeyto, presidente de Mazda en México.
Pero 2023 trajo consigo un cambio en esta tendencia de la mano de marcas chinas, que ofertan modelos con precios competitivos. Algunos de estos vehículos, incluso, se situaron hasta 100,000 pesos por debajo del promedio del segmento, lo que atrapó, no solo la atención de los consumidores, sino también ejerce ya una presión significativa sobre otros fabricantes.
Marcas como MG, Chirey, Omoda y JAC fueron pioneras en este movimiento, con crecimientos de ventas de doble dígito y una comercialización conjunta de alrededor de 130,000 unidades en 2023, un 10% del mercado total.
Los fabricantes chinos han logrado ofrecer precios competitivos gracias a varios factores. Shawn Xu, vicepresidente de Chirey Internacional, destacó la importancia del volumen de producción, el acceso a materias primas clave y la integración vertical de procesos.
«Esta eficiencia nos permite reducir costos y ofrecer precios competitivos en el mercado», dijo.
Los fabricantes chinos también reciben incentivos gubernamentales que la mayoría de los occidentales no obtienen, algo que ya generó una investigación sobre las subvenciones públicas de Beijing a los coches eléctricos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recordó al inicio de la investigación los impactos negativos que las prácticas comerciales chinas han tenido en sectores como la industria de los paneles solares. Sin embargo, el ministerio de comercio del gigante asiático defendió estas prácticas como una ventaja competitiva ganada a través del trabajo duro y la continua innovación tecnológica.
Ante la creciente competencia y demanda de vehículos más asequibles, los fabricantes tradicionales ajustaron sus estrategias de precios. En 2023, algunos anunciaron reducciones, especialmente en el mercado de vehículos eléctricos. Tesla, por ejemplo, respondió a la presión de armadoras chinas, como BYD, con reducciones de más de 20% en el costo de varios de sus productos en muchos países, incluyendo México. El modelo que más redujo su precio fue el Tesla Modelo Y, que disminuyó en 24%, al pasar de 1,579,900 a 1,199,900 pesos en su versión de acceso.
Este año, y tras la llegada de más marcas chinas como Geely, GWM, GAC y Jaecoo, otros fabricantes intensificaron sus ajustes de precios. Ejemplos claros de esta tendencia son Mazda y Suzuki, que anunciaron reducciones en algunos de sus modelos para mantener su posición competitiva.
El presidente de Mazda en México reconoció que las nuevas marcas, que ofrecen precios altamente competitivos, sumado a un entorno más favorable caracterizado por un mayor inventario de modelos y un tipo de cambio favorable para la operación local, han generado la necesidad de una reacción por parte de Mazda.
“Preferimos ajustar o realinear los precios para hacerlos más competitivos y así poder incrementar nuestro volumen de ventas. La verdad es que esta estrategia nos ha brindado resultados positivos desde enero”, comentó.
Otras marcas asiáticas, como Toyota y Kia, mantienen sus precios, al tiempo que realizan un monitoreo constante del mercado.
Ahora bien, si creías que en México son baratos, te mostraremos cuánto cuestan en China.
Comparando algunos de los modelos que ya se ofrecen en México de marcas como MG, BYD y Chirey contra lo que cuestan en su país de origen. Esto nos ayudará a conocer el margen de diferencia en precios entre China y México.
Cabe mencionar que al costo que lo vemos en China habrá que sumarle el 20% por costos de importación, además del ISR, y otros impuestos para permitir su venta en México. La moneda local es el Yuan y equivale 2.38 pesos mexicanos, daremos el importe ya convertido en pesos.
En nuestro primer comparativo tenemos al MG GT, es un sedán que el mercado chino se conoce como MG5 y en México ha tenido bastante aceptación por el público, principalmente por su diseño de aspecto deportivo.
Precio en China: $ 237,438.00 pesos.
Precio en México: $ 460,000.00 pesos.
Diferencia: $ 228,562.00 pesos.
Después tenemos al último SUV que MG presentó en México, hablamos del One. Es un vehículo que en China es bastante popular entre los B-SUV y que ya adopta la filosofía de la marca.
Precio en China: $ 308,503.00 pesos.
Precio en México: $ 535,900.00 pesos.
Diferencia: $ 227,397.00 pesos.
Uno de los modelos más icónicos de BYD es el Dolphin Mini o (Seagull), en México se ofrece a un gran precio, tomando en cuenta su equipamiento en comparación a la de la competencia.
Precio en China: $ 165,898.00 pesos.
Precio en México: $ 398,800.00 pesos.
Diferencia: $ 232,902.00 pesos.
Por último, en este listado tenemos un PHEV. Se trata del Chirey Tiggo 8 Pro e+, que fue de los primeros ‘autos chinos’ en ofrecerse bajo esta configuración mecánica y en este caso notamos la diferencia más grande de precios.
Precio en China: $ 380,044.52 pesos.
Precio en México: $ 979,900 pesos.
Diferencia: $ 599,855.48 pesos.
También mencionaremos que BYD planea construir una planta en México lo que crearía alrededor de 10,000 empleos, situándola como una de las mayores fábricas de automóviles del país. El estado de Puebla, suena como una de las mejores opciones.
El gigante de los vehículos eléctricos está en negociaciones finales para la ubicación de la fábrica, y se espera un anuncio oficial en los próximos meses, según ha explicado Jorge Vallejo, el director general de BYD en México.
Una planta de ese tamaño emplearía a más personas que las instalaciones de algunos otros fabricantes de automóviles en el país, como Audi.
La planta de Volkswagen en Puebla emplea a 6,100 trabajadores en la línea de ensamblaje y a 5,000 empleados de supervisión, junto con miles de personas que se encargan del ensamblaje de partes.
A diferencia de Tesla (que es más el ruido que ha hecho que la práctica), BYD construirá su planta, sin tanto platillo y bombo, a muy corto plazo, pero no para surtir el mercado americano, sino para el mercado mexicano de entrada, y ya sobre la marcha se estudiarán las extensiones a otros mercados.