Todos los empresarios quieren que sus empresas constantemente crezcan, sean rentables y operen de manera sana, pero muchas veces no sucede eso. ¿Quieres que tu financiera siempre siga creciendo?, ¿que se mantenga sana? Hay cuatro reglas básicas que tienes que seguir. No importa el tamaño o el tiempo que lleve, sigue estas reglas para que tu empresa tenga éxito.
- Las empresas no son de una persona.
Necesitan equipos eficientes, personal que sea mejor que tú en algo; que puedan solucionar, funcionar y trabajar aunque el líder no se encuentre. Que la empresa no sufra sin él y las cosas sigan funcionando. Que tengan los mismos valores que tú. Tienen que apasionarse igual o más que tú.
Arma un equipo que te haga más fuerte, que te complemente. No contrates gente que solo te diga que sí a todo lo que ordenes. Necesitas que te reten, que sepan decir que no, que reten tus ideas, que te complementen. Equipos fuertes, sólidos y eficientes.
En tu decisión de contratar, olvídate que el sueldo es lo más importante; primero busca lo mejor.
“Un sueldo barato que no produce es carísimo, y un sueldo caro que produce es barato.”
- Siempre necesitas seguir colocando créditos, aunque ya no tengas capital para colocar.
Todos los negocios del mundo necesitan ventas, de eso viven. Pero muchas veces, cuando las empresas empiezan a crecer y a tener éxito, dejan de vender y dejan de meterle la fuerza que al principio le metían. Cuando empiezan a tener grandes clientes o muchos medianos y pequeños, que acaparan la capacidad de crédito o la capacidad instalada de la empresa, y además están saturados; en esos momentos dejan de vender o reducen esfuerzos de venta y de promoción comercial. También cuando las empresas nacen, el líder es el mejor vendedor, pero mientras se consolida la empresa, el líder va creando su equipo comercial y deja de vender.
Nunca dejes de colocar créditos, administrar, cobrar y volver a colocar. No importa el tamaño de la financiera, siempre necesitas más clientes, siempre necesitas tener opciones de financiamiento, porque ningún cliente es permanente y de por vida.
- Todos los negocios necesitan dinero de manera constante.
Necesitas dinero cuando te va mal, para fondear tus créditos otorgados, para salir de deudas, de broncas, cuando quieres crecer, invertir, adquirir infraestructura necesaria o incrementarla. Necesitas dinero en todas las etapas de tu financiera, cuando eres chico para poder consolidarte y cuando eres grande para seguir creciendo.
Normalmente, el dinero para esto no sale de las ventas o del capital de los socios. Por lo anterior es fundamental contar con líneas de financiamiento activas y listas con instituciones financieras, gubernamentales, inversores privados, etc.; y no solo una, ten alternativas.
Es importante diversificar y tener líneas de diferente tipo, productos financieros y de distintas instituciones. Nunca concentres con todo en una canasta. La deuda no es algo que nos deba asustar; solamente hay que manejarla bien. Así te ayudará a crecer y sobre todo te ayuda a rentabilizar tu negocio.
Siempre el dinero de deuda es más barato que el dinero de capital, trabajar con el dinero de los demás hace que tu dinero crezca más rápido.
- Innovar, siempre innovar, aunque tu producto sea exitoso.
Muchas veces, cuando las empresas tienen éxito con un producto o servicio, se estacionan en él, replicándolo constantemente… y sí, dura un tiempo.
Sin embargo, el mundo está cambiando muy rápido, sobre todo las necesidades del cliente y la competencia que también te observa y que va querer replicar lo que haces bien e inclusive mejorarlo.
Debes estar innovando en base a las necesidades de tus clientes y lanzando constantemente nuevos productos, opciones y alternativas. No te estaciones nunca en un éxito: desarrolla y muévete rápido para que también le sea difícil a la competencia seguirte.
Por supuesto que debes ir con cuidado, para no desenfocarte y perder ese capital de trabajo. Si sacas muchas opciones te puedes distraer. Primero intenta siempre innovar en tu core o experiencia, y si vas a innovar en otras áreas, siempre busca que estén directamente conectadas a tu área de experiencia.
Es recomendable tener una área formal de innovación dentro de tu financiera, un puesto que su tarea sea innovar. Y la innovación no solamente es hacia afuera o hacia los clientes, también puedes innovar internamente, en procesos, en funciones. Todo esto es fundamental para cualquier negocio, ya que hoy en día las cosas pasan más rápido y si te detienes por un momento, se te va el tren.