El nuevo régimen busca además de simplificar los procesos administrativos, aumentar el padrón de contribuyentes y así combatir la informalidad.
Entre los cambios destacan el límite de deducciones, ampliación de facultades del SAT para sancionar al contribuyente, pero se queda corta para disminuir la informalidad.
La mayor fiscalización que contempla el Servicio de Administración Tributaria (SAT) hará insuficientes los incentivos para que más contribuyentes formalicen sus operaciones, advirtió Nora Flores, presidenta del Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León.
Uno de los cambios más importantes de la Miscelánea Fiscal 2022 es la creación del nuevo Régimen Simplificado de Confianza (RESICO).
Uno de los puntos más atractivos del régimen, es la tasa progresiva máxima de 2.5% de Impuesto Sobre la Renta (ISR), al cual podrán aplicar quienes realicen actividades empresariales, profesionales o de arrendamiento, cuyos ingresos no superen los 3.5 millones de pesos anuales. Aunado a las facilidades administrativas, el SAT espera que el RESICO haga crecer el padrón de contribuyentes cautivos.
En septiembre, Raquel Buenrostro, jefa del SAT dijo que se espera aumentar el número de contribuyentes entre 15% y 30% por el nuevo régimen. Este cálculo se basa en lo visto en otros países que han adoptado políticas similares. Este incremento ayudaría a combatir la informalidad.
Nora Flores, no cree que los beneficios del RESICO sean suficientes para combatir la informalidad.
Flores habló sobre las tasas progresivas como uno de los principales puntos a favor del nuevo régimen. Según la especialista, se espera que estas tasas sean suficientes para motivar al sector informal a empezar a tributar. Sin embargo, al entrar al RESICO los nuevos contribuyentes tendrían que lidiar con otras obligaciones fiscales a las que no están acostumbrados, por lo que el único beneficio tal vez no sea suficiente.
En este sentido, Flores se refiere a trámites como la e.firma, emitir CFDI, pago de IVA, obligaciones del Buzón Tributario, declaraciones mensuales y anuales, etc. Por esto, Flores espera que la autoridad presente más incentivos que fomenten la formalidad.
Mencionó también que existe un inconveniente, el RESICO sustituye al Régimen de Incorporación Fiscal, lo que pudiera abrir la puerta a que algunos contribuyentes que actualmente están en otros regímenes, pudieran migrar a él, lo cual sería benéfico para ellos, pero el efecto en la recaudación pudiera verse impactada, ya que actualmente este tipo de contribuyentes pagan mayores impuestos.
Otro punto importante para Flores, es que los nuevos contribuyentes del RESICO podrían ser el objeto de una discrepancia fiscal. Básicamente, esto se refiere a que el monto de las erogaciones del contribuyente en un año sea superior a sus ingresos declarados.
Explicó que todos los contribuyentes pueden caer en una discrepancia fiscal; sin embargo, los que lleguen de la informalidad no conocen bien estos procesos, lo que podría afectar la efectividad de la medida.
La presidenta del ICPNL, refirió que hay otro punto de revuelo en el ámbito de las personas físicas y tiene que ver con la eliminación del tope de deducción individualizada que se tenía en los donativos, del 7 por ciento de los ingresos acumulables; a lo que ahora se integra al tope general de 15 por ciento de los ingresos o 5 UMA’S anualizadas
Flores, citó datos del Centro Mexicano para la Filantropía, de las cinco mil 073 organizaciones que reciben donativos de personas físicas, si bien en monto representa el 11 por ciento del total de las donaciones a nivel nacional, pudiera representar aumento en recaudación, pero esto provocará un impacto en necesidades sociales y sectores vulnerables que serán descubiertas y deberán ser fondeadas por el presupuesto público.