En 2019 se presentaron 6 mil 546 reclamaciones por una posible suplantación de identidad a las que la Condusef atendió mediante el mismo número de acciones de defensa, pero las asesorías técnico-jurídicas, así como la defensa presentaron deficiencias en términos de oportunidad, calidad y satisfacción del usuario, lo que, aunado al uso generalizado de las tecnologías de información y de dispositivos móviles, se tradujo en un incremento de reclamaciones por suplantación de identidad del 11.9 por ciento.
Así lo indicó la Auditoría Superior de la Federación en el reporte de la cuenta pública 2019; también mencionó que si bien la CONDUSEF y la CNBV realizaron acciones para fortalecer y evitar la suplantación, fueron insuficientes para prevenir , inhibir, mitigar o detectar situaciones que pusieran en riesgo la identidad del usuario.
También hay que considerar que en muchas ocasiones por desconocimiento o desidia, el hecho no se denuncia y el usuario asume la pérdida afectando su economía.
“La suscripción de las Bases de Colaboración en materia de Suplantación o Usurpación de Identidad no representó un esfuerzo adicional al desempeño que venían realizando la Condusef y la CNBV para coadyuvar a un marco de colaboración y coordinación para atender la suplantación de identidad”.
Indicó también que los organismos reguladores y supervisores del sistema financiero no definieron objetivos ni estrategias para prevenir y combatir el problema.
Una solución al problema, sería la implementación como requisito obligatorio de la validación o autenticación de la identidad del cliente al solicitar un crédito, asi como su información complementaria (ingresos, domicilio, teléfono, etc).
“La autenticación o autentificación es el acto o proceso de confirmar que algo (o alguien) es quien dice ser. A la parte que se identifica se le llama probador. A la parte que verifica la identidad se la llama verificador. Es habitual que el probador sea un usuario que quiere acceder a ciertos recursos y el verificador sea un sistema que protege el acceso a dichos recursos y tiene que verificar que el que accede sea un usuario que tiene permisos para acceder a esos recursos.”
Hoy en día, debido al encierro y sana distancia obligados, el uso de medios digitales de compra y pagos así como la comunicación y trabajo a distancia, han crecido sustancialmente entre la población. Pero también se ha incrementado la actividad delictuosa, que tiene como finalidad la obtención de datos importantes del usuario financiero para robar y suplantar su identidad, así como la información de cuentas y tarjetas de crédito para robar sus recursos.
Para mitigar en parte este problema y ayudar a las entidades financieras a librarlo, existen herramientas como IDue, que dan soluciones sólidas y completas.
IDue es una aplicación que permite que el usuario-cliente, solicite un crédito o tarjeta de crédito desde su celular o computadora, ingresando directamente su información sensible y documentos necesarios con toda seguridad y eficiencia que el proceso requiere; una vez almacenada en la aplicación, ésta permite tomar directamente del documento los datos y a su vez, permite autenticar-validar que el documento el “real y auténtico”, y no uno falso creado con la información “robada” del cliente a estafar.
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Es gratuita y sencilla de usar para el cliente final, entregando a la entidad financiera una solicitud completamente llena y autenticada lista para autorizarse… así de fácil.
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