En días pasados el canciller mexicano Marcel Ebrard, anunció que la empresa automotriz de Elon Musk estaba pensando en instalarse en nuestro país y había dos opciones: Nuevo León o Hidalgo.
“Sí, sí tiene (interés). Hemos estado trabajando con ellos desde hace año y medio, pero yo no quisiera hacer ningún anuncio porque le corresponde a ellos, pero sí llevamos año y medio trabajando”, admitió el diplomático.
Ebrard afirmó que Tesla constató durante la pandemia por Covid-19 que “México es un país confiable” y que respeta la propiedad intelectual, por lo que recordó que ya hay 127 plantas en territorio mexicano que producen partes sustantivas para Tesla.
Una de las principales características que Musk ve en México para construir una fábrica de producción de Tesla, es la reserva de litio en el país, mineral principal en la fabricación de todo tipo de baterías eléctricas.
Según Mineral Commodity Summaries del Servicio Geológico de Estados Unidos, México está en el top 10 global en cuanto a capital natural de litio, con 1.7 millones de toneladas de reservas potenciales.
Son dos los estados que se encuentran en una lucha para que Tesla se instalé en sus entidades.
A mediados de diciembre Musk mantuvo una reunión en el estado con el gobernador de Nuevo León, Samuel García, junto con otros funcionarios locales y Ken Salazar, el embajador de Estados Unidos en México.
Fuentes aseguraban que la planta podría llegar a estar en Santa Catarina, en la ciudad de Monterrey, sin embargo Tesla no confirmó nada.
Por otro lado, el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, dijo el 8 de enero que Hidalgo su entidad, «está a la altura de Tesla para albergar sus instalaciones y agregó que la entidad tiene ventajas competitivas como una posición geográfica estratégica con la zona Metropolitana con comunicación vía terrestre, así como con el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA).
«Este tipo de prospectivas que hacen empresas de esta naturaleza, es muy importante tener discreción y sigilo; aportar la información que nos soliciten y cuidar que las decisiones que no están en nuestras manos, sino de los inversionistas, particularmente de esta firma, para que hagan sus estudios comparativos”, apuntó.
Así también, la importancia de la industria automotriz para México radica en que representa casi el 4% del producto interior bruto (PIB) nacional y el 20.5% del PIB manufacturero, más que ningún otro sector, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
En breve, el presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá una llamada telefónica con Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, anunció Ebrard, quien detalló que el fabricante estadounidense de autos eléctricos está interesado en aumentar su presencia en México.
Aunque el canciller no ofreció detalles sobre cuándo sería la conversación entre López Obrador y Musk, algunos especialistas han señalado que Musk dará a conocer la noticia en marzo, cuando se reúna con accionistas de Tesla.
En los planes de Tesla está la construcción de una nueva fábrica, para alcanzar una producción de 20 millones vehículos para el 2023.
A principios de febrero, la alemana BMW anunció una inversión de casi 1 mil millones de dólares en una planta en San Luis Potosí, donde también producirá baterías para autos eléctricos, lo cual marca un referente de la inversión a cargo de Musk, considerado el segundo hombre más rico del planeta, con una fortuna de 196 mil millones de dólares.
Es preciso destacar que el magnate Elon Musk, ha trasladado a Texas a varias de sus empresas, como Tesla y Star Link, por lo que de instalarse en Nuevo León mantendría cerca su red de instalaciones estratégicas.
Nuevo León, que luce como el destino más probable, cuenta con un acceso rápido a Estados Unidos, una fuerza laboral calificada y una vida cómoda para los ejecutivos, según los analistas.
Hidalgo, contiguo a la Ciudad de México, está a cientos de kilómetros de la frontera, pero los costos de la tierra y la mano de obra son menores. Además, el gobierno ofrece el Aeropuerto Felipe Ángeles como un centro de logística.
Muchos analistas también aseguran que el gobierno federal parece haber intentado inclinar la balanza en favor de Hidalgo, un estado gobernado por Julio Menchaca, un aliado natural de López Obrador y ubicado cerca del AIFA, uno de los proyectos más emblemáticos del mandatario federal. Además el mismo López Obrador, ha dicho que no es recomendable la instalación de la planta en Nuevo León, pues tiene muchos problemas de agua; la mayor cantidad de éste recurso, se encuentra más disponible en los estados del sur del país.
Recordemos el caso Constellation Brands en su momento; Tesla debería de verse en el espejo de Constellation Brands, la cervecera que había iniciado una inversión de mil 500 millones de dólares en 2016 en Mexicali, y que contando con los permisos e incluso apoyos de autoridades locales lopezobradoristas, en 2020 vio todo lo gastado –unos 700 millones de dólares– colapsarse por la oposición de AMLO.
Constellation Brands enfrentó no sólo la resistencia de activistas que acusaban que la instalación de la compañía cervecera dueña para Estados Unidos de las marcas de Grupo Modelo consumiría agua que luego le haría falta a la región de Mexicali, cosa que la empresa negaba, sino que desde el gobierno se le obligó a hacer una consulta pública.
La consulta fue en marzo 20 y 21 de 2020 y hay quien sospecha que el gobierno federal metió mano negra haciendo que votaran hasta Servidores de la Nación; 76% de los que votaron dijo no a la instalación de la empresa. Lo que ocurrió después… ya lo conocemos.
“Es muy importante tener en cuenta los factores políticos en este momento, y este es un ejemplo perfecto”, sostuvo Claudio Rodríguez, abogado de Holland & Knight especializado en energía. “El tema Nuevo León-Hidalgo es 100% político”, agregó.
Esperemos y los asuntos políticos no hagan cambiar de opinión a los inversionistas interesados en el país y sus bondades, y se vayan a otro lado con menos problemas y menos «grilla».